A principios de 2021, la misión Mars 2020 de la NASA, llegó a Marte e instaló un vehículo autónomo Perseverance, sobre la superficie del cráter Jezero. Este vehículo, es uno de los instrumentos que se vincula con la estación meteorológica MEDA, desarrollada en el Centro de Astrobiología-INTA en Madrid con la colaboración del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco.
El análisis de los datos que va proporcionando MEDA, está permitiendo profundizar en las características de la atmosfera de Marte y, particularmente, en el polvo que se levanta de la superficie.
Los datos obtenidos fueron publicados por investigadores, en un artículo para “SciencesAdvance”. Ricardo Hueso, uno de los autores explica: «Podemos decir que ahora empezamos a comprender las condiciones necesarias para levantar el polvo de la superficie de Marte, y este es un elemento clave, porque el ciclo de polvo del planeta rojo nos ayudará a entender mejor la meteorología global de Marte”.
A través de datos recopilados sobre el viento, polvo, temperatura y otras variables atmosféricas; la investigación afirma que el cráter desértico de Jezerofue elegido como lugar de estudio de la misión Mars 2020, ya que hace miles de millones de años se encontraba inundado. Asimismo, los vientos diurnos en la zona son ascendentes y, en general, intensos, mientras que de noche los vientos detectados son descendentes y más débiles. Por lo tanto, es uno de los lugares más activos y favorables para levantar grandes cantidades de polvo de su superficie.
«Es la interacción de estas corrientes de viento con la superficie la que produce estos fenómenos de levantamiento de polvo masivo», indica Hueso. Además añade que conocer la atmósfera de Marte hoy es fundamental para entender su pasado y también «para preparar la exploración humana de Marte» que esperan pueda desarrollarse «en las próximas décadas».
En los próximos días, la revista científica «Nature» publicará el artículo «In situ recording of Marssoundscape», que recoge las primeras grabaciones de sonido en la atmósfera de Marte por parte del grupo IBeA de la UPV/EHU. Como revelan las grabaciones, en la fina atmósfera de Marte se producen fenómenos acústicos diferentes a los terrestres como, por ejemplo, la dispersión del sonido en diferentes frecuencias del espectro audible humano, o una mayor atenuación del sonido con la distancia debido de nuevo a la baja densidad atmosférica.