Barcelona, la ciudad más turística de España, está planeando una medida drástica para controlar el mercado de alquileres a corto plazo. Jaume Collboni, alcalde del municipio, anunció que el ayuntamiento no renovará las licencias de 10,101 apartamentos destinados al alojamiento turístico.
Esto implica que plataformas como Airbnb o Booking ya no podrán ofrecer estas opciones a los visitantes de Barcelona. La medida se espera implementar antes de 2028, cuando expiran las licencias actuales, con el objetivo de reducir los costos de la vivienda y mejorar las condiciones de los residentes permanentes.
El aumento del turismo en Barcelona ha disparado los precios de las viviendas, dejando a los residentes locales luchando por mantenerse al día con los costos. La decisión probablemente beneficiará a los hoteles de la ciudad, pero ha generado críticas de la asociación APARTUR, que argumenta que la medida podría aumentar la pobreza y el desempleo.
El alcalde Collboni sostiene que estas propiedades podrían ser alquiladas o vendidas a residentes locales, buscando así revitalizar el mercado de viviendas en la ciudad.
Esta medida marca un punto de inflexión en la política de turismo de Barcelona, buscando equilibrar el impacto económico del turismo con las necesidades de los residentes locales.