De acuerdo a los resultados de una nueva investigación, se cree que por minuto se tiran a la basura alrededor de tres millones de mascarillas/tapabocas.
El año 2020 nos enfrentó a un contexto diferente y desconocido, para enfrentar la pandemia por coronavirus se tomaron diferentes medidas que se fueron modificando con el tiempo, siempre con la intención de frenar o hacer más lenta la propagación del virus en las diferentes comunidades. Una de estas medidas, y de las que continúa hasta el día de hoy, es la utilización de mascarilla/tapabocas o barbijo de diferentes tipos, reutilizables o no. Las primeras, en todo caso, fueron recomendadas para intentar frenar el impacto ambiental que tendría el uso de mascarillas descartables por las diferentes poblaciones alrededor del mundo.
En el mes de Junio 2020, investigadores de la Universidad de Aveiro, en Portugal, estimaron que alrededor de 129 mil millones de mascarillas se utilizaban por mes alrededor del mundo. Ahora, expertos de la Universidad de Dinamarca describieron esta estadística de una forma preocupante: tres millones de mascarillas/tapabocas de arrojan a la basura por minuto, y para ellos esto es una «bomba de tiempo».
En una reciente publicación titulada Preventing masks form becoming the next plastic problem (Previniendo a las mascarillas de convertirse en el próximo problema plástico), los investigadores declararon que el mundo debe «urgentemente reconocer esta potencial amenaza ambiental y prevenir que se convierta en el próximo problema plástico».
Tanto en 2020 como actualmente uno de los factores principales que que la utilización de tapabocas es de uso obligatorio en la mayoría de los lugares. Como sostiene el estudio, «las mascarillas ayudan a prevenir la propagación de coronavirus y otras enfermedades», pero uno de los problemas que acarrea es que no hay información suficiente sobre cómo reciclarlas. Es por eso, sostienen los investigadores, que lo más probable es que sean tiradas como desechos sólidos en vez de como algo que puede ser reciclado.
El estudio publicado por Elvis Genbo Xu, del departamento de biología de la Universidad de Dinamarca del Sur, y Zhiyong Jason Ren, del departamento de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de Princeton, sostiene que «cuando no son recolectadas y manejadas de forma apropiada, las mascarillas pueden ser transportadas desde tierra firma al agua» y afectar los ambientes marinos.
En su estudio, Xu y Ren hacer ciertas sugerencias para poder lidiar mejor con este problema. Lo que proponen es destinar cestos de basura específicamente para tapabocas o barbijos, así estos se pueden juntar de una forma más fácil y darles el tratamiento necesario para que sean menos dañinas. Otra de las sugerencias es diseñar mascarillas que sean biodegradables.
«Es imperativo lanzar esfuerzos coordinados, desde científicos ambientales, agencias médicas, y organizaciones de manejo de desechos sólidos, y el público en general para minimizar los impactos negativos de las mascarillas descartables, y eventualmente evitar que se conviertan en otro problema demasiado grande para manejar», sostiene el estudio.
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