La ciudad capital de China, Beijing, se ha manifestado temerosa ante la posible nueva aparición del coronavirus en los habitantes nacionales. En efecto, ha anunciado una serie de medidas que involucran restricciones de ingreso y circulación en la ciudad de personas que puedan estar infectadas con Covid-19.
Para pasar en limpio, la enorme capital de China ha reportado el cierre de sus puertas por temor a una nueva «ola» de coronavirus entre sus habitantes. Además, pondrá en cuarentena a todas aquellas personas que lleguen de otras ciudades.
En particular, regirá exhaustivamente para aquellos viajeros que llegan desde Wuhan, la ciudad de Hubei donde se ha detectado el inicio de esta pandemia.
Cabe destacar que, a pesar de que China parece haber controlado y vencido la pandemia, sus fronteras permanecerán cerradas al ingreso de extranjeros por miedo a que se originen casos importados de Covid-19 que luego puedan poner en riesgo a los habitantes del país.
Un poco en consonancia con esto, pero con un régimen mucho más estricto, Beijing ha decidido sumar una cuarentena obligatoria de 14 días para aquellas personas que lleguen de otras partes del país, aún a pesar de que puedan dar negativo en los testeos:
“Reforzar el control de la gente que vuelve a Beijing se ha convertido en las prioridad más apremiante, si no es imposible crear las condiciones adecuadas para que empiecen las dos sesiones”.
Ma Liang, profesor de la Escuela de Administración y Políticas Públicas de la Universidad de Renmin.
Los sherpas proponen al gobierno nepalí aprovechar el “cierre del Everest” para limpiarlo
Como reacción de supervivencia tanto humana como ambiental, ante el Everest “cerrado por coronavirus”, los sherpas proponen aprovechar recursos para limpiar la montaña
A causa de la pandemia del coronavirus, los permisos de escalada para las expediciones de esta primavera en Nepal están suspendidas. Los ochomiles ya están vacíos y todos aquellos que sobreviven todo el año con el negocio primaveral ven reducidos a cero sus ingresos y posibilidades de subsistencia el resto del año. La temporada está perdida. El Everest, acostumbrado en estas fechas a estar hiperrepleto, ahora está totalmente vacío.
Pero el Everest arrastra otra enfermedad, en este caso, casi crónica: la de la suciedad. Los kilos y kilos de escombros esparcidos por la montaña, a raíz del desorbitado número de expediciones la han convertido en un autentico vertedero. Pero ¿cuándo es buen momento para limpiarla?, ¿cuándo ha habido un momento climatológicamente óptimo para hacer ese reset necesario? Continuar leyendo…
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