Desde un antiguo laboratorio de armas químicas hasta una cantina de aeropuerto abandonada, estos son los nuevos lugares de fiesta en Berlín.
Berlín es conocida por su excelente selección de discotecas. Desde ese diminuto local dentro de una cabina telefónica hasta el monstruo del techno palpitante que es Berghain, la ciudad sabe lo que hace en cuanto a vida nocturna se refiere.
Y están a punto de añadirse dos discotecas más a la lista. ¿Pero la parte más emocionante? Ambos son parte de importantes revitalizaciones de algunos de los edificios históricos de la ciudad.
En primer lugar, es un lugar completamente nuevo en el abandonado aeropuerto de Tegel. El aeropuerto es recordado por su sorprendente arquitectura brutalista y gran parte del edificio ya ha sido transformado por iniciativas sostenibles. Y ahora Turbulence, un colectivo de seis personas creativas, recibió el visto bueno para transformar este edificio en un lugar cultural accesible para música en vivo, instalaciones visuales y artes escénicas.
La principal misión del colectivo es la inclusión en lo que respecta a las discotecas, y tiene planes de hacer que su nuevo sitio esté libre de barreras para los asistentes con discapacidad auditiva y visual. Muy bien, ¿verdad?
La otra nueva y emocionante aventura es cortesía de André Krüger, una figura bastante estimada en la vida nocturna de Berlín. Krüger forma parte de Channel Music, grupo responsable de spots berlineses como Metropol y Quasimodo.
¿Su nuevo proyecto? El nuevo Zita Club en la histórica ciudadela de Spandau. La Ciudadela fue construida en 1197 y, a lo largo de los años, se utilizó como fortaleza militar, tesoro de guerra imperial alemán e incluso laboratorio de armas químicas para los nazis. Desde 1948, el espacio ha sido sede de eventos y exposiciones, y ahora los asistentes pueden bailar toda la noche bajo sus magníficos arcos elevados.
El club se inauguró la semana pasada con un ecléctico lanzamiento del viernes 13 inspirado en Ibiza.
