Alarmante noticia tiene como protagonista a La Paz, la capital de Bolivia y la ciudad administrativa más alta del mundo: Según advierten científicos locales, el glaciar Tuni está desapareciendo más rápido de lo previsto inicialmente, algo que probablemente agravará la escasez de agua en la localidad ubicada a solo 60 kilómetros de distancia.
Si bien es importante mencionar que las poblaciones ubicadas al pie de Los Andes no dependen completamente y exclusivamente del agua de los glaciares altoandinos de Bolivia, el hielo de la montaña ha alimentado ríos utilizados para riego de cultivos y al menos el 20% del suministro de agua de La Paz. Frente a esto, el impacto ocasionado en la disminución de la extensión del glaciar, podría provocar faltante de agua en la ciudad.
Por lo pronto, científicos de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), que monitorizan el Tuni y otros glaciares regionales, han indicado a Reuters que el glaciar se había reducido a solo un kilómetro cuadrado. Los especialistas antes habían señalado que el glaciar duraría hasta el 2025, ahora dicen que su desaparición es «inminente».
«Todo este sector estaba cubierto de hielo y este glaciar ha ido derritiéndose a lo largo del tiempo«, precisó el doctor Edson Ramírez, glaciólogo de la UMSA. En gran parte del antiguo camino del glaciar ahora solo quedan rocas descoloridas, expuestas por primera vez en siglos.
Aunque el glaciar ha estado retrocediendo desde la Pequeña Edad del Hielo, cuando enormes campos de hielo cubrieron muchas montañas andinas, según los científicos bolivianos es el clima cambiante lo que ha acelerado el proceso: las lluvias torrenciales y las sequías se han vuelto más comunes y las nieves de las montañas son menos predecibles.
A su vez, el clima cambiante y la rápida desaparición de los glaciares han coincidido con un traslado del campo a las ciudades bolivianas, dicen los investigadores, presionando las fuentes de agua.
Yola Choque, quien cultiva quinoa en la localidad de Viacha, a unos 25 km de la ciudad de La Paz, dice que su cosecha se ha resentido por el mismo tema: «Hace meses ya no llueve, yo creo que debe ser por el cambio climático, es por eso que la Pachamama (Madre Tierra) se enojó y no llueve«, dijo en su lengua nativa Aymara.
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