Brasil suma un nuevo ícono religioso monumental. En la ciudad de Crato, en el estado de Ceará, fue inaugurada una imponente estatua de Nuestra Señora de Fátima de 54 metros de altura, superando así al Cristo Redentor de Río de Janeiro, que mide 38 metros. Se trata del monumento más grande del mundo dedicado a esta figura mariana, y ya comenzó a atraer a miles de fieles y turistas.
La presentación tuvo lugar este jueves por la noche durante una celebración masiva que incluyó una misa, espectáculos musicales y una larga espera de devotos que llegaron con horas de anticipación para presenciar el histórico momento. Según informó el gobierno estadual, la obra es parte de un proyecto para impulsar el turismo religioso en el interior de Ceará.
Un nuevo símbolo religioso que aspira a convertirse en polo turístico
Las autoridades locales estiman que la estatua se convertirá en una de las principales atracciones de la región, potenciando el flujo de visitantes gracias a su magnitud, su significado espiritual y la programación cultural y litúrgica que se desarrollará alrededor del santuario.
La estructura fue construida con un interior de poliuretano y un exterior de fibra de vidrio con resina, recubierta por una capa final en gel y pintura. El trabajo se realizó en múltiples piezas, que luego fueron transportadas y ensambladas en el sitio. Todo el proceso demandó un año y cinco meses, con la participación de más de 30 especialistas, según detalló Info Católica.
Con sus 54 metros, la imagen se posiciona entre las estatuas religiosas más altas de Sudamérica, junto a la Santa Rita de Cascia (56 metros, Brasil), la Virgen de la Paz (46 metros, Venezuela) y la Virgen del Valle en El Rodeo, Catamarca (52 metros, Argentina).
El Cristo Redentor, nuevamente en el centro de la polémica
La inauguración de esta nueva obra llega apenas dos meses después de que el Cristo Redentor fuera noticia por un episodio que encendió alarmas en Río de Janeiro. El 11 de septiembre, dos hombres treparon al monumento y saltaron en paracaídas desde uno de sus brazos, en un acto considerado un posible delito contra el patrimonio cultural.

El salto fue grabado por un guía turístico que utilizó un dron para registrar la escena. El video, viralizado en redes sociales, muestra a uno de los intrusos sentado y balanceándose en una mano de la estatua antes de lanzarse al vacío. La Policía Civil inició una investigación y solicitó las imágenes de seguridad para identificar a los responsables.
Mientras ese caso sigue bajo análisis, Brasil celebra ahora su nueva obra monumental, que promete convertirse en un punto de encuentro para peregrinos, turistas y devotos de Nuestra Señora de Fátima, sumando un nuevo capítulo a la riqueza cultural y espiritual del país.

