La majestuosa Amazonía, uno de los destinos más asombrosos del mundo, se enfrenta actualmente a una de sus pruebas más desafiantes: una sequía sin precedentes que está transformando sus ríos y exponiendo una faceta única de su exuberante belleza natural. A medida que los ríos del Amazonas, incluido el imponente río Negro, alcanzan niveles históricamente bajos, una oportunidad excepcional surge para presenciar de cerca su resistencia en tiempos difíciles.
La Agencia Nacional de Aguas de Brasil (ANA) anunció el lunes una situación alarmante en el río Madeira, considerado el principal afluente del río Amazonas, como consecuencia de la grave sequía que afecta a varias regiones de la selva tropical más extensa del mundo.
La entidad declaró oficialmente una situación crítica, lo que permitirá la implementación de medidas preventivas y paliativas para contrarrestar la notable escasez de agua en el río Madeira, que ha alcanzado sus niveles más bajos en los últimos cincuenta años. Se atribuye esta situación a los efectos de El Niño y al cambio climático.
Según la ANA, se establecerán normativas especiales para regular el uso del agua y la operación de los embalses en la región. Además, se autoriza a los proveedores de servicios de saneamiento a ajustar las tarifas para cubrir los costos adicionales derivados de la escasez hídrica.
Con una extensión de 3.240 kilómetros, el río Madeira es vital para la subsistencia de diversas comunidades amazónicas y constituye una importante ruta de transporte fluvial, con más de 1.000 kilómetros navegables entre Porto Velho y la ciudad de Itacoatiara. Sin embargo, la disminución del caudal ha obligado a suspender recientemente la operación de la hidroeléctrica de Santo Antonio, una de las más grandes de Brasil.
La sequía extrema en la Amazonía ha provocado impactos devastadores en la vida acuática, incluida una gran mortandad de peces y delfines rosados, y ha exacerbado los incendios forestales en la región. Esta situación ha aislado a comunidades rurales que dependen del transporte fluvial y ha planteado desafíos significativos para la región en su conjunto, requiriendo medidas urgentes y coordinadas para abordar la crisis.