El pastoreo dirigido con cabras es parte de la estrategia de California para reducir el riesgo de incendios forestales. Sin embargo, una legislación y nuevas regulaciones laborales estatales están encareciendo la actividad y las empresas que brindan de este servicio dicen que las reglas amenazan con hacerlas quebrar y desaparecer.
Cientos de cabras mastican espigas largas de hierba amarilla en una ladera junto a un complejo de casas en desarrollo: sus pastores fueron oportunamente contratados para que los animales despejen una vegetación que podría alimentar incendios forestales a medida que se aproxima el verano y aumentan las temperaturas.
Se trata de herbívoros voraces que están siendo muy solicitados actualmente para que se alimenten de la hierba y los arbustos silvestres que han proliferado por todo el estado de California tras un invierno de lluvias copiosas y nieve que ha acabado con la sequía.
¿Por qué resulta de gran importancia esta práctica? Según han explicado los expertos, las cabras pueden comer una gran variedad de vegetación y pastar en terrenos escarpados y rocosos a los que es difícil acceder. Los patrocinadores de esta práctica alegan que las cabras son una alternativa ecológica a los herbicidas químicos o las máquinas trituradoras de malezas que generan ruido y contaminación.
“Es una fuente importante de combustible. Si no se controla, puede crecer muy alto y luego, cuando el verano seque todo, será el combustible perfecto para un incendio”, reportaba Jason Poupolo, superintendente de parques de la ciudad de West Sacramento, sobre el accionar de las cabras.
Cabe destacar que California se encuentra invirtiendo fuertemente en la prevención de incendios forestales después de que el estado fuera devastado por llamas destructivas que durante varios años quemaron millones de hectáreas (acres), destruyeron miles de hogares y mataron a decenas de personas. Se han utilizado cabras para limpiar maleza combustible alrededor del lago Oroville, a lo largo de la autopista 101 y cerca de la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan.
Las empresas suelen poner a un pastor a cargo de 400 cabras. Muchos de los que trabajan en California proceden de Perú y viven en remolques proporcionados por su patrón cerca de los lugares de pastoreo.
Los defensores laborales dicen que el estado debería investigar las condiciones de trabajo y de vida de los pastores antes de hacer cambios a la ley, especialmente porque el estado está financiando el servicio con tal de reducir el riesgo de incendios forestales. Las empresas de pastoreo han entablado demandas contra esta inminente nueva ley y hasta ahora han trasladado a sus clientes la mayor parte del aumento de los costos laborales.