El sueño de Japón de ver a su primer cohete privado en órbita se hizo añicos en cuestión de segundos. El cohete ‘Kairos‘, un aparato no tripulado de la compañía Space One, explotó en el aire poco después de su lanzamiento inaugural. Este evento, que prometía ser un hito para la industria espacial nipona, terminó en un estrepitoso fracaso.
A las 11:01 GMT de este miércoles, el ‘Kairos‘ despegó desde su plataforma en Kushimoto, en la prefectura de Wakayama, Japón. Apenas unos segundos después, su mecanismo de autodestrucción se activó debido a un fallo técnico, provocando una espectacular explosión que dispersó fragmentos y combustible en llamas alrededor de la plataforma.
La cadena estatal NHK transmitió en directo el momento del desastre, donde se pudo observar cómo el cohete estallaba y se desintegraba en el aire. «Hemos llevado a cabo el lanzamiento, sin embargo, se ha procedido a la suspensión del vuelo del cohete. Actualmente, se están investigando los detalles«, afirmó Space One en un comunicado breve.
En una rueda de prensa posterior, Mamoru Endo, responsable técnico de Space One, explicó que el sistema de autodestrucción del cohete se activó dentro del «margen de seguridad«, estallando a una altura de entre 50 y 100 metros para minimizar los riesgos en la zona boscosa circundante. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños materiales significativos, aunque los bomberos tuvieron que acudir para controlar las llamas.
El lanzamiento fallido tenía como objetivo poner en órbita un satélite experimental de inteligencia gubernamental, tras alcanzar una altitud de 500 kilómetros en unos 50 minutos. Este acontecimiento era crucial para Space One, que aspiraba a ser la primera empresa privada japonesa en lograr este tipo de hazaña, tradicionalmente dominada por la Agencia Aeroespacial de Japón (JAXA).
Masakazu Toyoda, presidente de Space One, subrayó la determinación de la empresa de continuar con sus objetivos a pesar del revés. «No vamos a renunciar a nuestro objetivo«, declaró, aunque enfatizó la necesidad de esclarecer las causas del fallo antes de proceder con nuevos lanzamientos.
El ‘Kairos‘, de 18 metros y 23 toneladas, estaba diseñado para transportar una carga de 250 kilos a una órbita terrestre baja. Fundada en Tokio en 2018, Space One ha contado con el respaldo de importantes empresas niponas como Canon Electronics y Shimuzu, además de varios grupos financieros. A pesar de los retrasos previos debido a la pandemia y problemas logísticos, la empresa mantiene su ambiciosa meta de lanzar hasta 30 cohetes por año en la próxima década.
El desastroso desenlace de este lanzamiento pone de manifiesto los desafíos y riesgos inherentes a la exploración espacial, especialmente para nuevos actores en el sector privado. La comunidad internacional seguirá de cerca los próximos pasos de Space One y sus esfuerzos por superar este trágico obstáculo.