San Carlos de Bariloche es la ciudad más turística de la Patagonia Argentina, atrayendo a multitud de visitantes cada año a lugares emblemáticos como el Cerro Otto y el Cerro Catedral. Sin embargo, este destino también alberga joyas naturales menos conocidas pero igualmente dignas de explorar, como el Cerro Leones.
Este pequeño monte, identificado como un volcán extinto, se encuentra a unos 18 kilómetros al norte del centro urbano y se destaca por sus tres impresionantes cuevas, un mirador en su cima y un enigmático lago subterráneo.
Pero, además de su atractivo natural, el Cerro Leones posee un gran valor histórico, ya que hace más de 8.000 años fue un amplio refugio para antiguas civilizaciones. Este sitio histórico ofrece una fascinante mirada al pasado, permitiendo a los visitantes conectar con la rica herencia cultural de la región mientras disfrutan de la belleza intacta de su entorno natural.
En tiempos ancestrales, los nativos que poblaron la región de la Patagonia, donde hoy se asienta la ciudad de San Carlos de Bariloche, solían frecuentar las tres cuevas del Cerro Leones. Estas mismas cuevas, que hoy en día son accesibles para los turistas, alguna vez sirvieron como lugares significativos para estas antiguas civilizaciones. La posibilidad de recorrerlas con fines turísticos brinda a los visitantes una oportunidad única para conectarse con la historia y la cultura de aquellos pueblos originarios que dejaron su huella en este hermoso rincón de la Patagonia Argentina.
Debido a sus dimensiones y ubicación estratégica, el Cerro Leones resultaba un lugar ideal para sobrevivir a las frías noches de la región y albergar a un grupo numeroso de personas. Sin embargo, esta valiosa información permaneció desconocida hasta el siglo XIX.
En 1880, el célebre explorador Francisco «Perito» Moreno redescubrió los restos de este antiguo asentamiento. Durante su primera visita, llevó a cabo pequeñas excavaciones y halló restos óseos humanos. Impresionado por el descubrimiento y motivado por los pumas que encontró descansando en el interior de las cuevas, Moreno decidió bautizar el lugar con el nombre «Cerro Leones». Desde entonces, este sitio histórico ha revelado fascinantes secretos del pasado y ha permitido a los investigadores y turistas conectar con la rica historia de la región de la Patagonia.
La mejor opción para descubrir el Cerro Leones es reservar un paseo guiado, que no solo permitirá explorar las cuevas de manera segura, sino también aprender sobre su fascinante historia.
Los visitantes que elijan esta excursión tendrán la oportunidad de completar un recorrido de 900 metros de longitud, con una duración de 2 horas y 30 minutos, durante el cual podrán:
- Caminar por un túnel de 130 metros para descubrir un manantial oculto y su pequeño lago subterráneo.
- Acceder al mirador en la cumbre a través de un sistema de pasarelas, desde donde disfrutarán de impresionantes vistas panorámicas de la zona.
- Observar las pinturas rupestres que adornan las paredes de la cueva desde hace más de 1.000 años, una valiosa muestra del arte de antiguas civilizaciones.
Esta experiencia guiada proporciona una inmersión completa en la rica historia y belleza natural del Cerro Leones, garantizando que los visitantes se lleven consigo un recuerdo inolvidable de este enigmático lugar en la Patagonia Argentina.