China volvió a sorprender al mundo con una nueva hazaña de ingeniería: la inauguración de las escaleras mecánicas al aire libre más largas del planeta, una monumental obra bautizada como “la escalera a las nubes”, que permite ascender la montaña Lingshan, en la provincia de Jiangxi, en apenas diez minutos.
Ubicado en el Área Escénica de Lingshan, en la ciudad de Shangrao, el sistema se extiende a lo largo de 1.236 metros sobre la ladera de un acantilado, ofreciendo vistas panorámicas espectaculares de una reserva natural conocida por sus 72 picos cubiertos de niebla. Hasta ahora, el ascenso requería casi dos horas de caminata, pero con esta nueva infraestructura, los visitantes pueden llegar cómodamente a la cima mientras disfrutan del paisaje.
La obra, que demandó una inversión aproximada de 17,8 millones de dólares, busca fomentar el turismo accesible y abrir el recorrido a adultos mayores y personas con movilidad reducida, transformando el exigente sendero en un paseo panorámico equivalente a subir 88 pisos.
Autoridades locales destacaron que el proyecto pretende “democratizar el acceso” a los paisajes naturales de la región y fortalecer el desarrollo económico a través del turismo sostenible. Desde su apertura, el sistema ya recibe a miles de visitantes que comparten imágenes y videos de la experiencia en redes sociales.

Sin embargo, la iniciativa también ha generado críticas de ambientalistas, que advierten sobre el impacto ecológico que podría tener la estructura en el ecosistema de la montaña y sobre cómo este tipo de infraestructuras podría alterar la esencia del senderismo tradicional.
Aun así, la llamada “escalera a las nubes” se consolida como uno de los nuevos íconos turísticos de China, símbolo del equilibrio —a veces polémico— entre innovación tecnológica, accesibilidad y respeto por la naturaleza.

