Cada invierno, la ciudad china de Harbin, en la provincia de Heilongjiang y a menos de 400 kilómetros de la frontera con Rusia, se transforma en un escenario de fantasía. Allí se celebra el Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve, uno de los eventos invernales más famosos del mundo, a la altura de los que tienen lugar en Sapporo (Japón), Quebec (Canadá) y Noruega.
La tradición comenzó en 1963, se interrumpió durante la Revolución Cultural y fue retomada en 1985. Este 2025 se celebró la 41ª edición del festival, que cada año convierte a Harbin en una auténtica ciudad de hielo con castillos iluminados, torres gigantes y esculturas talladas en los bloques extraídos del río Songhua.
Tres mundos helados
El festival se organiza en tres espacios temáticos:
- Sun Island International Snow Sculpture Art Expo: con las esculturas más grandes, que recrean escenas históricas y culturales.
- Harbin Ice and Snow World: el epicentro del evento, con castillos de hielo iluminados con luces de colores y actividades interactivas.
- Zhaolin Park Ice Lantern Fair: un parque repleto de linternas de hielo que brillan en la oscuridad.
El trabajo comienza semanas antes de la apertura oficial, cuando cientos de trabajadores cortan y trasladan los bloques de hielo que servirán como base para las construcciones.
Un festival extremo
La experiencia, sin embargo, no es apta para cualquiera. Harbin es conocida por sus inviernos extremos, con temperaturas medias de -17 °C y mínimas que pueden descender hasta los -38 °C. Aun así, cada año más de un millón de visitantes recorren sus calles heladas durante los meses de enero a marzo.
Abrigo, gorros y guantes no son una recomendación, sino una necesidad para poder disfrutar de una de las ciudades de hielo más espectaculares del planeta.

