China, a la vanguardia de la innovación tecnológica, ha dado un paso monumental con la presentación de su nuevo tren flotante. Este proyecto, que promete revolucionar el transporte terrestre, tiene como objetivo principal conectar a toda la nación y a Asia en general, reemplazando los viajes en avión y acortando distancias con velocidades que desafían al sonido mismo.
El medio especializado en tecnología e innovación, New Atlas, ha revelado detalles sobre este transporte público hipersónico que podría alcanzar los 2000 km por hora, superando la velocidad a la que viaja el sonido, fijada en 1120 km por hora. Para ponerlo en perspectiva, los aviones de pasajeros más rápidos actualmente alcanzan entre 885 y 933 km/h, lo que hace que esta innovación duplique sus capacidades.
La empresa T-Flight, en colaboración con la Corporación de Industria y Ciencia Aeroespacial de China (CASIC), ha liderado el desarrollo de este tren flotante, surgiendo como respuesta tras el cierre de Hyperloop, la compañía de Elon Musk, en 2022. Ahora, los científicos chinos están demostrando al mundo la nueva era del transporte.
El tren flotante funciona mediante un sistema de levitación magnética, eliminando la necesidad de rieles tradicionales. Este avance tecnológico ha sido probado con éxito, alcanzando velocidades de hasta 623 km/h en la primera fase, superando al tren bala japonés, maglev superconductor, que alcanza los 603 km/h.
El sistema se basa en tubos sellados con baja presión de aire y un conjunto de imanes que repelen el vagón hacia adelante, permitiendo que levite y se desplace sobre un colchón de aire. Las empresas chinas a cargo del proyecto planean extender la línea férrea a una red de 60 kilómetros como prueba urbana del prototipo.
El gobierno chino tiene planes ambiciosos para el tren flotante, con el objetivo de alcanzar velocidades de hasta 2000 km por hora para conectar las principales zonas económicas del país, incluyendo Beijing, Shanghai, Chengdu, Guangzhou y Wuhan. Este proyecto también está en línea con la visión de China de conectar los países de la Franja y la Ruta de la Seda en Asia, marcando un hito en la historia del transporte terrestre a nivel global.
