Mucha gente estará familiarizada con ese maravilloso olor fresco que flota en el aire después de la lluvia.
Solo sale muy fuerte cuando llueve después de un período prolongado de sol, como después de una lluvia de abril.
Sin embargo, resulta que algunas personas podrían incluso oler ese olor demasiado familiar incluso antes de que llegue la lluvia.
Buen truco para evitar mojarte si puedes hacerlo.
Pero, ¿están estas afirmaciones basadas en la ciencia o en una superstición?
Ciertamente es posible oler la lluvia después, pero muchas personas se muestran escépticas de que se pueda oler incluso antes de que llegue.
De hecho, en realidad hay un nombre para el olor gratificante en el aire después de un período de fuertes lluvias, y proviene de ‘petricor’.
El nombre petricor proviene del griego, petros que significa piedra (como en petrificar), y icor, que era la sustancia que fluía por las venas de los dioses griegos. Así que petricor es casi como decir la ‘sangre de la piedra’, y fue acuñado por los mineralogistas Isabel Joy Bear y Richard Thomas en 1964.
El olor es producido por una bacteria del suelo, que libera una sustancia química llamada ‘geosmina’.
Nuestra capacidad para oler la geosmina es realmente extraordinaria, e incluso supera la capacidad de los tiburones para detectar sangre.
Pero, ¿por qué es tan atractivo? Resulta que en realidad hay una muy buena razón para eso. La bacteria produce el olor específicamente para atraer organismos al suelo y, a su vez, propagar la bacteria a otros lugares.
La razón por la que el olor se vuelve tan frecuente después de un período de lluvia es que cuando las gotas de lluvia golpean el suelo y se aplanan, pueden atrapar bolsas de aire allí. Luego, estos burbujean como pequeños aerosoles, llevándose al aire con ellos cualquier químico y microorganismo que se encuentre allí.
Pero IFLScience documentó que existe otra fuente de olor que podría impactarnos. Este es el ‘ozono’ químico.
El ozono tiene un olor característico, que es más dulce que el del petricor. El olor del ozono a veces puede indicar que una tormenta está en camino.
Esto se debe a que los vientos de la tormenta que se aproxima empujan las bolsas de gas ozono hasta el nivel del suelo. Eso significa que estarán en el nivel donde es más probable que nuestras fosas nasales puedan captarlos.
Entonces, parece que la afirmación de que algunas personas pueden oler la lluvia que viene en realidad tiene algo de verdad detrás.