Un descubrimiento sorprendente tiene en vilo a la comunidad científica: orcas en libertad han sido observadas ofreciendo comida a humanos de forma deliberada, como si los consideraran parte de su manada. El comportamiento, documentado en 34 casos distintos, plantea preguntas profundas sobre la empatía, la inteligencia emocional y la capacidad de comunicación inter-especies de estos cetáceos.
El estudio —realizado por un equipo internacional de científicos de Canadá, Nueva Zelanda y México— recopiló informes de encuentros ocurridos a lo largo de dos décadas, en océanos del Atlántico, Pacífico, Ártico y Antártico, desde Noruega hasta la Patagonia.

En los incidentes registrados, las orcas se acercaron a personas en el agua, embarcaciones o incluso en la orilla del mar, y les ofrecieron presas como peces, aves o mamíferos marinos. En algunos casos, también entregaron objetos naturales como algas. Lo más desconcertante fue que, tras soltar la “ofrenda”, se quedaban observando la reacción humana, como si esperaran una respuesta.
¿Un gesto altruista?
Los investigadores consideran que no se trata de una conducta accidental ni de un simple juego. Varios etólogos lo interpretan como altruismo inter-especies o incluso una forma rudimentaria de comunicación simbólica, un fenómeno extremadamente raro fuera del reino de los primates.
Las orcas ofrecieron un total de 18 especies distintas. En todos los casos analizados, el objeto fue entregado sin provocación previa y a muy corta distancia, lo que refuerza la hipótesis de una intención clara.
En algunos encuentros, las orcas repitieron el gesto: tomaban de nuevo el objeto y lo ofrecían otra vez, como si estuvieran “ensayando” una forma de interacción. En otros, reaccionaban emocionalmente según la respuesta humana: si alguien tomaba la presa, mostraban signos de excitación; si era ignorada, se alejaban o insistían.

Un puente entre especies
Este tipo de conducta podría marcar un antes y un después en el estudio del comportamiento animal. Que un depredador salvaje —y altamente social— utilice objetos para entablar contacto directo con otra especie, sin esperar recompensa, abre nuevas perspectivas sobre la cognición en cetáceos y su capacidad de empatía.
¿Es esto solo una muestra de su curiosidad? ¿O estamos ante una forma de comunicación que apenas comenzamos a entender?
Mientras la ciencia busca respuestas, algo es seguro: las orcas no solo nos observan, nos están hablando, y quizás sea momento de empezar a escuchar.