Tras más de cinco años rediseñando los tubos de pasta de dientes de la marca para que puedan reciclarse en los contenedores de la acera, finalmente Colgate ha anunciado el lanzamiento de nuevos tubos de pasta reciclables. A partir de marzo, los mismos serán distribuidos en cuatro de las líneas de pasta de dientes más populares de Colgate.
Según ha trascendido, la compañía espera que todos los tubos de su cartera sean reciclables en Estados Unidos para el año 2023 y en todo el mundo para el año 2025. Pero la gran pregunta es si los consumidores podrán cambiar su comportamiento y reciclar sus tubos viejos después de décadas de tirarlos a la basura. basura.
Cabe recordar que el primer producto del fundador William Colgate, puesto a la venta con la fábrica creada en el año 1873, fue una pasta dental que se vendía en frascos de vidrio. A medida que el producto se hizo cada vez más popular durante el próximo siglo, la compañía trabajó para desarrollar un empaque más conveniente. A mediados del siglo XX, desarrolló un tubo de aluminio; y en 1982, desarrolló el tubo de plástico desechable que es omnipresente en la actualidad.
“Los tubos eran más livianos y menos costosos que los de aluminio, y era menos probable que se agrietaran”, dice Greg Corra, director mundial de empaque y sustentabilidad global de Colgate-Palmolive, la empresa matriz de Colgate. Unos 149 años después de su creación, la fábrica está a un paso de convertirse en una referencia absoluta en cuanto a avance en materia de sostenibilidad y ecología.
Colgate, que domina el 34% del mercado de pasta de dientes en los Estados Unidos ayudó a inventar la categoría de cuidado bucal y ahora será protagonista casi absoluto de los nuevos paradigmas de producción en un contexto en el cual la preservación del medio ambiente es por demás urgente.
Para estos nuevos envases de pasta reciclales, la empresa optó por el polietileno de alta densidad, que se usa comúnmente para fabricar botellas de detergente, jarras de leche y botellas de vitaminas. Inicialmente, el problema era que la mayoría de los HDPE son rígidos, lo que dificultaba la extracción de la pasta de dientes. «El gran avance se produjo cuando nos dimos cuenta de que podíamos superponer diferentes grados de HDPE, lo que nos permitió crear un tubo que se podía apretar más«, dice Corra, explicando que incluso reemplazaron la barrera de aluminio con un plástico compatible con Reciclaje de HDPE (el nuevo tubo está clasificado como plástico #2).
“La salsa secreta era mezclar y combinar diferentes grados del mismo material, de modo que siguiera siendo reciclable”.
En cuanto a la tapa, sin embargo, la misma está hecha de polipropileno. En la mayoría de los casos, los clientes podrán tirar el tubo y la tapa a la papelera de reciclaje. Pero las reglas de reciclaje locales a veces varían, y algunos recicladores prefieren que los consumidores retiren la tapa antes de colocar el tubo y la tapa en el contenedor.
La otra buena noticia es que Colgate hizo su diseño de código abierto para que otras marcas pudieran adoptarlo. La compañía trabajó con sus fábricas de terceros para diseñar este nuevo tubo por lo que otras marcas que dependen de los mismos proveedores podrán cambiar fácilmente al nuevo diseño.
