Claro que ya ha pasado más de un siglo desde el primer vuelo comercial y hasta el día de la fecha, los aviones y los vuelos han tenido una gran evolución. ¿Cuáles fueron algunos de esos cambios?
Fumar a bordo: desde cigarrillos hasta puros
Si, antes podías fumar cuanto quisieras mientras volabas. El único momento en el que estaba prohibido era cuando el avión estaba en tierra por protocolos asociados a la carga de combustible. no eran cuestionados en ningún momento. De hecho, para muchos, era una forma de ayudar a matar el tiempo. No existían los dispositivos electrónicos de entretenimiento, con películas, juegos y música, y se solía optar por leer, escr ibir postales, hablar o jugar a ajedrez. Es una obviedad, pero esto hoy está completamente prohibido, aunque en cada vuelo es algo que se les recuerda a los pasajeros junto con las instrucciones a bordo.
Abordar sin controles
¿Sabías que hasta 1973 los controles en los aviones eran prácticamente inexistentes? O sea, Llegabas, pagabas, recibías tu tarjeta de embarque y listo. Según algunos referentes de la industria, podías llegar a pasar incluso sin identificarte.
Hoy en día es impensando subirte a un avión sin pasar por varios controles antes: check in, migraciones (si vuelvas a otro país), seguridad, pre embarque
Código de vestimenta: elegante
Volar en avión era una oportunidad para derrochar glamour. Según The Cheat Sheet, en los 50 los hombres solían usar trajes de tres piezas, mientras que las mujeres llevaban vestido y tacones. El código de vestimenta se relajó un poco para 1960. Sin embargo, nadie se atrevía a entrar a la cabina usando una camiseta o su pijama.
Era un poco peor para el personal a bordo. Además de lucir un cuerpo escultural casi por obligación, debían usar corsés, sombrero y, a veces, hasta guantes blancos.
Hoy en día, todo esto es mucho mas relajado
Protocolos de seguridad? No mis estimados!
Antes las azafatas tenían otras misiones más puntuales: colgar abrigos, servir comidas, repartir revistas y tener charlas amigables con los pasajeros. Hasta era un requisito ser mujer, jóven, encantadora, guapa y soltera, ¿Te imaginas esto ahora?
Hoy el personal de cabina tiene como prioridad el protocolo de seguridad a bordo.
Otros precios
Este es sin lugar a dudas uno de los aspectos menos envidiables de esos años. La fama de elitista del sector aeronáutico de la década de los 50 y 60 no es gratuita. Y es que sólo los viajeros con un alto poder adquisitivo podían hacer uso de este medio de transporte. Como ejemplo: en aquellos años, TWA ofrecía billetes ente Nueva York y Roma por 360 dólares (315 €), una cifra elevadísima si tenemos en cuenta que el ingreso medio anual de una persona se situaba alrededor de los 4.000 dólares. Si lo trasladamos el valor del dinero actual (teniendo en cuenta la inflación), el precio del mismo viaje sería de 3.046 dólares
Festines gastronómicos a bordo
Comidas en vajilla de porcelana, cubertería, vasos de cristal y un menú de primera de la mano de un chef, con ensaladas, carnes, e incluso langostas formaban parte de la experiencia del vuelo, por lo que este tipo de lujos estaban a la orden del día. Hoy, en cambio, los viajeros deben conformarse en muchos casos con bocadillos de cortesía, mientras las low cost han eliminado la comida gratuita en sus trayectos.
El espacio a bordo no era un problema
El lujo y la comodidad de la Edad de Oro de la aviación serían inimaginables hoy en día. Los pasajeros podían disfrutar de rincones de ocio dentro de la aeronave, bares, e incluso algunos llevaban hasta un piano que les amenizaba el vuelo. Y es que en aquellos años, el espacio no era un problema.
Los pasajeros podían sentarse cómodamente, caminar e incluso podían llegar a bailar. Y es que las quejas por la reducción progresiva de centímetros entre butacas -tan habituales en la actualidad- en el pasado no tenían ninguna razón de ser.
Paciencia
El viaje en avión de los años 50 y 60 permitía acortar considerablemente los tiempos de trayecto de un punto del planeta a otro, pero, si lo comparamos con la actualidad, la Edad de Oro pierde por goleada. Y es que los viajes eran mucho más lentos.
En 1947, iniciaron los vuelos entre Sídney y Londres; el viaje tomaba cuatro días e incluía seis escalas (pasando dos noches en tierra). Hoy en día, esa distancia puede cubrirse en vuelos de 22 horas con una escala; también existen rutas sin escalas (desde Perth) que tardan 17 horas
Un vuelo de Dublín a Londres duraba 3 horas, y uno de la capital irlandesa a París, 4 horas y 25 minutos. Hoy, 66 años después, el tiempo invertido en las mismas rutas con la misma compañía aérea se han reducido a 1 hora y 35 minutos y 1 hora y 45 minutos respectivamente.
¿Cuál de todas estas cosas te gustaría disfrutar en un vuelo actual?
Un comentario
Me gustaría el espacio entre butacas hay veces me siento muy apretada en el avión