Cuando estamos a miles de pies de altura, un conflicto en un avión puede ser mucho más que una simple molestia. Por eso, la tripulación está preparada con estrategias especiales para lidiar con situaciones delicadas. Aquí algunos de sus trucos:
Filtro desde el check-in: Antes, el proceso de check-in en el mostrador de la aerolínea permitía un primer filtro. Ahora, con el check-in online, este paso se pierde y los pasajeros problemáticos a menudo solo se detectan en la puerta de embarque.
Preparación para lo peor: Algunos miembros de la tripulación pueden tener formación en artes marciales para controlar situaciones violentas, aunque siempre se prioriza evitar el conflicto.
Evitar peleas: Aunque puedan estar preparados para actuar en caso de violencia, la meta principal es siempre evitar la pelea anticipándose a problemas como el consumo excesivo de alcohol.
Plan de acción ante violencia: Si la situación se descontrola, la tripulación actuará rápidamente para calmar la situación y proteger la seguridad de todos a bordo.
Sorpresa como estrategia: La tripulación utiliza la sorpresa como un arma efectiva, desde técnicas verbales de persuasión hasta el uso de esposas u otras medidas para inmovilizar si es necesario.
Apoyo de los pasajeros: La empatía de los demás pasajeros puede ser crucial para calmar situaciones tensas. Además, suelen ser ellos quienes alertan primero sobre comportamientos inadecuados.
Conocimientos en primeros auxilios: En caso de lesiones o alteraciones emocionales, la tripulación está entrenada para proporcionar atención médica y apoyo psicológico.
Con estas estrategias, la tripulación trabaja para garantizar que todos los vuelos sean seguros y agradables para los pasajeros.