La única ocelote albina del mundo se encuentra ubicada en Colombia, dentro del conocido Parque de la Conservación de Medellín, con cuidados de biólogos y veterinarios que dan seguimiento diario a sus requerimientos: es totalmente ciega y por sus características no podría camuflarse en el bosque, por lo que sería presa fácil en su hábitat natural. Para los científicos es una preocupación porque este ejemplar único es un síntoma de la deforestación del hábitat donde habita esta especie de felinos.
El recinto en el que vive está aptamente acondicionado para mantenerla a salvo. El mobiliario tiene una altura baja, los estanques de agua no son profundos y tiene juegos para incentivarla a buscar su alimento.
La felina llegó hace aproximadamente un año al centro de preservación, desnutrida y con problemas respiratorios. Fue encontrada vagando por unos pobladores del municipio de Antioquia y rápidamente fue trasladada al centro de conservación. Al principio pensaron que era una gata, pero hace poco tiempo pudieron confirmar que se trataba de una ocelote.
Precisamente por su coloración, se tuvo que recurrir a estudios en la Universidad de Antioquia y de la Policía Nacional para identificar a qué especie pertenecía. Hasta que hace unas semanas, se determinó que se trataba de una leopardus pardalis u ocelote.
¿Por qué es una preocupación para los científicos?
Los ocelotes son felinos salvajes que habitan diferentes zonas del continente americano, en ambientes tropicales, como el jaguar, el puma, el margay y el yaguarundí. Los ocelotes con conocidos por su pelaje pardo, con tonos amarillos y puntos negros, por lo que el inusual color blanco de este ejemplar albina, según los expertos, es indicio del deterioro de los bosques nativos de la zona de Antioquia, donde fue encontrada.
Por la acción de la actividad humana, los felinos quedan en una situación de vulnerabilidad, ya que hay alrededor de 490.000 hectáreas de bosque que se perdieron en Antioquia entre 2000 y 2019, de acuerdo al informe del Observatorio de Bosques de esa región de Colombia. Esto fue consecuencia de la ganadería, la minería y los cultivos de café, que ganaron terrenos y deterioraron corredores naturales. Esto afectó la capacidad de los ocelotes para reproducirse con otros ejemplares genéticamente diversos.
Debilidad por la lavanda
Pesa casi 13 kilos, cuando la encontraron solo llegaba a 400 gramos. Le gusta comer, tanto que los cuidadores tuvieron que reducir su dieta de 900 a 700 gramos de carne diarios. Ama las carnes, en especial la morcilla de pollo y tiene debilidad por el olor a lavanda que utiliza su etóloga (profesional que analiza el comportamiento de las especies animales) para estimularla.
El parque donde se encuentra mantiene en secreto su nombre para evitar que los visitantes la llamen y la desorienten. Los científicos creen que la madre abandonó a su cría blanca para proteger a sus hermanos saludables, que quedaban expuestos en el cubil cuando ella salía a cazar.
En el medio donde habitan, el color blanco de la cría los podía hacer presas fáciles de un búho, un halcón o un águila. Además, la ceguera producía dificultades para ser amamantada. El instinto materno puede haber priorizado la protección de los hijos saludables, explicaron los especialistas que la rescataron.
De momento, la ocelote albina está a salvo y es motivo de orgullo para el Parque de la Conservación. “Es una consentida porque es un símbolo del rescate y refugio, de recuperación y de resiliencia”, sostuvo el portavoz del Parque, Jorge Londoño.
Un comentario
Manténganla por siempre en la conserva. Es su única manera de salvación, afuera no podrá sobrevivir.
Bendiciones.‼️❤️✝️????????????????????