Todo está conectado en la naturaleza. Una pieza es fundamental para otra y ésta para otra. Si una de ellas falla o algo interfiere en la cadena, todo comienza a derrumbarse.
Todo está conectado en la naturaleza. Una pieza es fundamental para otra y ésta para otra. Si una de ellas falla o algo interfiere en la cadena, todo comienza a derrumbarse.
Actualmente, numerosos lugares naturales sagrados en el Amazonas colombiano se encuentran en peligro y padecen una amplia variedad de presiones y amenazas, tanto internas como externas: extracción ilegal de madera, de flora y de fauna silvestres, operaciones de industrias extractivas, usurpación por parte de personas ajenas al sitio, turismo irrespetuoso, pobreza, marginalidad y alta dinámica de sus poblaciones a causa de presiones externas, degradación de ambientes aledaños, reducción de tierras y recursos para sus comunidades indígenas.
En la pérdida de la cobertura forestal, uno de los mayores impactos ocurre en las orillas de los ríos, específicamente en la zona de inundación. Estos tipos de bosques, adaptados a los pulsos de inundación, generan una gran cantidad de alimentos para las poblaciones de peces que son clave para la seguridad alimentaria de las comunidades locales y muchas especies de fauna.
Una hectárea de bosque inundado en la Amazonía puede producir hasta 20 toneladas de semillas, de las cuales aproximadamente el 60% son clave para la alimentación de peces, especialmente en ríos de origen selvático, donde los nutrientes son escasos.
Los ecosistemas acuáticos representan alrededor de 980.000 km2 de toda la cuenca del Amazonas, y son clave para la dinámica trófica de la región. La pérdida de bosques inundados se ha acentuado en los últimos años principalmente por los asentamientos humanos que buscan «limpiar» la vista desde el río como un signo de progreso, y por la extracción de especies maderables para la construcción y cercas. La reducción de este tipo de bosque ya está generando una disminución en las poblaciones de peces y es cada vez más difícil para las comunidades locales obtener un sustento de la pesca o de productos secundarios del bosque.
Se llama pepeaderos al conjunto de árboles a las orillas de humedales y ríos que producen frutos, denominados coloquialmente “pepas”, que al caer son alimento para innumerables especies de peces como: gamitanas, acaraguazús, pirañas, bagres y sardinas. Peces vitales para la seguridad alimentaria de las comunidades amazónicas y sustento de delfines, nutrias y caimanes que viven en estos humedales. Estos peces cumplen también un papel de dispersión de bosques, pues al ingerir el fruto y solo consumir la parte carnosa, liberan las semillas aguas arriba y aguas abajo, contribuyendo a la arquitectura y diversidad de la selva. Algunas especies de árboles de los pepeaderos son: acaí, aguaje, reventillo, camu camu, murichí, capinurí y guayaba de monte.
Ante la pérdida acelerada de bosque amazónico y la coyuntura de los incendios recientes en Brasil y Bolivia, HP Colombia y la Fundación Omacha te invitan a apoyar su siembra de árboles en la cuenca Amazónica, aportando así a la recuperación de las tierras taladas o incendiadas de bosque húmedo tropical, que han sido esquilmadas por siglos.
Se plantarán 10.000 árboles de 40 especies diferentes, apoyando e impactando de manera positiva las comunidades de la zona: TICUNA, COCAMA Y YAGUA, en la región conocida como el trapecio amazónico.
Tu puedes ser parte de esta iniciativa: comprando un HP envy madera o HP spectreX 360, e ingresando a www.ayudaamazonas.com puedes registrar tu compra y descargar un certificado de plantación de un árbol.
De esta manera estarás ayudando a un gran esfuerzo que se está llevando adelante para proteger, poner en valor y preservar este ecosistema tan valioso y frágil, y que da sustento a comunidades locales para recuperar su espacio, recursos, y seguir preservando ese patrimonio natural y cultural único.
La actividad se realizará en conjunto con las 286 familias beneficiadas de las 4 comunidades que participarán. Se les enseñará la elaboración de abono orgánico para realizar las siembras de las especies a germinar que se tendrán en cuenta de acuerdo al conocimiento ancestral de cada una de las comunidades.
Se capacitará por comunidad mediante actividades de conocimiento y tradición ancestral de árboles.
A cada familia les corresponderá sembrar 30 plántulas.
Toda la mano de obra necesaria para la ejecución será puesta por la misma comunidad.