Durante un maratón en la provincia de Ratchaburi, Tailandia, Khemjira Klongsanun, de 43 años, vivió un momento extraordinario al encontrarse con un cachorro desamparado en el kilómetro 12 de la carrera. Mientras sus compañeros de ruta pasaban de largo, Khemjira decidió detenerse y acercarse al tembloroso cachorro.
El pequeño animal carecía de señales de pertenencia y sin ninguna casa ni personas cerca, Khemjira tomó la decisión de cargar al cachorro en sus brazos y completar los 30 kilómetros restantes del maratón. Esta decisión nació de su preocupación por la supervivencia del perrito, al verlo tembloroso y aislado.
«Estaba corriendo por el lado izquierdo de la carretera y noté que la gente seguía esquivando este lugar en particular. Cuando llegué a ese lugar, vi una pequeña cola que se movía. En ese mismo momento hice una promesa de que iba a dar mi vida a este perro», compartió Khemjira.
El desafío resultó ser una prueba tanto para la corredora como para el cachorro. Khemjira cruzó la línea de meta con el perrito en brazos, arrancando sonrisas entre los participantes al presenciar su gesto.
A pesar de sus esfuerzos por encontrar al dueño del cachorro entre los participantes y publicar anuncios después de la carrera, nadie reclamó al perrito. Decidió entonces adoptarlo y lo nombró Chombueng.
«Correr casi 30 kilómetros cargando un perrito fue realmente desafiante. Fue dos veces más agotador que un maratón normal, pero lo hice de todos modos solo porque es adorable», expresó Khemjira a los medios.
Chombueng ahora forma parte de la «familia» de Khemjira, que cuenta con 28 perros y 30 gatos, todos rescatados o entregados por personas que ya no pueden cuidarlos. Khemjira tiene planes de adquirir un terreno para convertirlo en un santuario para sus animales.
El espíritu compasivo y el rescate de Chombueng representan un testimonio conmovedor del buen corazón humano y la conexión especial entre Khemjira y el cachorro en un momento crucial, demostrando que aún hay generosidad en el mundo.