Cosas impactantes que escucharon quienes crecieron en la iglesia

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Redactora Social
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Una infancia entre sermones: Las frases que marcaron a quienes crecieron en la iglesia

Cientos de personas que pasaron su infancia en entornos religiosos han compartido en redes sociales y foros lo que podría describirse como experiencias traumáticas o absurdas en torno a la doctrina y enseñanzas que recibieron en iglesias cristianas. Desde amenazas sobre el infierno hasta reglas estrictas de «pureza», estas vivencias, que en su momento se presentaban como «lecciones morales», hoy dejan ver el lado más extremo de ciertas prácticas religiosas.

A través de un hilo viral compartido por Bored Panda, ex creyentes y asistentes a cultos cristianos detallaron las ideas más impactantes que escucharon en su niñez en iglesias y colegios religiosos. La mayoría concuerda en una cosa: la forma en que estas enseñanzas influyeron en sus vidas ha dejado una huella duradera.

Entre el miedo y la culpa: las enseñanzas más perturbadoras

Muchas de estas experiencias tienen un común denominador: el uso del miedo como herramienta de control. Desde imágenes gráficas del infierno hasta castigos eternos por simples errores, el lenguaje utilizado con los niños puede resultar extremadamente dañino para su desarrollo emocional.

🔥 “Si algún día dudas de Dios, irás al infierno y sentirás fuego para siempre”

Uno de los testimonios más recurrentes apunta a cómo se enseñó a los niños que incluso el cuestionamiento de la fe era un pecado imperdonable. Tal como mencionó uno de los usuarios citados en el artículo original, se les inculcaba que dudar siquiera por un momento podía condenarlos a la eternidad en un lugar de fuego y sufrimiento. No hay margen para el pensamiento crítico o la curiosidad, solo miedo e intimidación.

👼 “Los ángeles anotan cada uno de tus pecados… incluso los que piensas”

Esta es otra frase común en entornos religiosos estrictos. Se promovía la idea de que Dios todo lo ve, incluso tus pensamientos. Esto llevaba a muchos niños a una constante ansiedad e incluso paranoia, preocupados de cometer pecados simplemente por pensar en cosas «prohibidas».

💃 “Bailar provoca lujuria y es una puerta al pecado sexual”

Otra de las enseñanzas más sorprendentes fue la satanización de algunos comportamientos culturales, como bailar. Según las doctrinas de algunas iglesias, esta práctica podía llevar a pensamientos impuros y alejar el alma de Dios. Para muchos jóvenes, esto significaba no poder asistir a bailes escolares, fiestas o incluso disfrutar ciertos géneros musicales.

🙅 “Las mujeres no deben usar pantalones ni maquillar sus rostros”

En muchas comunidades religiosas, especialmente en aquellas con doctrinas más rígidas, se imponían normas específicas y estrictas sobre el cuerpo femenino. Las mujeres eran vistas como “tentaciones” andantes, y por ello debían evitar todo aquello que pudiera “distraer” a los hombres. Esta visión machista perpetuó la idea de que el cuerpo de la mujer debía reprimirse y ocultarse.

La pureza sobre todo: el culto a la castidad

Uno de los aspectos más discutidos en los testimonios compartidos es la obsesión que existe en algunas iglesias sobre la pureza sexual. Esto ha llevado al surgimiento de movimientos como el «purity culture» o cultura de la pureza, que tuvo mucho auge en comunidades evangélicas de Estados Unidos en los años 90 y 2000.

💍 Los “anillos de pureza” y los pactos de virginidad

Miles de adolescentes participaban en ceremonias en las que prometían mantenerse vírgenes hasta el matrimonio, recibiendo incluso anillos como símbolo de este compromiso. Esta práctica, que fue muy promovida por organizaciones como The National Abstinence Clearinghouse, es hoy objeto de críticas debido a los efectos que tuvo en la autoestima y desarrollo sexual de los jóvenes.

En Intriper ya hemos abordado cómo nuevas formas de crianza buscan alejarse de modelos basados en la culpa y el control, promoviendo una educación más libre y consciente.

❌ “La masturbación es un pecado que te aleja de Dios”

Muchas personas que crecieron en la iglesia recuerdan cómo temas de sexualidad eran un tabú absoluto. Según algunas enseñanzas, tocar tu propio cuerpo era equiparable a fornicar, y eso te convertiría en inmoral o sucio. Estas ideas provocaron que cientos de jóvenes crecieran sintiendo culpa por acciones naturales de su desarrollo como la curiosidad sexual.

Cuando la religión interfiere con la salud mental

Numerosos estudios han demostrado que un entorno religioso opresivo puede tener impactos negativos en la salud mental, especialmente si se basa en el miedo, la represión emocional y la culpa constante.

😔 Depresión, ansiedad y trauma religiosos

Algunos expertos han acuñado términos como «trauma religioso» para describir el impacto que ciertas prácticas profundamente moralistas dejan en las personas. Un estudio publicado por la National Library of Medicine concluye que muchas personas que abandonan religiones con discursos extremos experimentan ansiedad, sentimientos de culpa persistentes y baja autoestima.

En Intriper también destacamos el trabajo de cuentas que promueven la sanación del trauma religioso, ofreciendo un espacio seguro para desprogramar creencias dañinas.

¿Cómo sanar después de una infancia en la iglesia?

Afortunadamente, cada vez más personas se animan a hablar abiertamente sobre sus experiencias y cómo han trabajado para sanar. Algunos consejos generales incluyen:

  • Buscar terapia especializada: muchos terapeutas están formados para tratar el daño psicológico causado por creencias extremas.
  • Rodearse de una comunidad de apoyo: ya sea online o en persona, hablar con otros que han vivido experiencias similares puede ser liberador.
  • Reaprender conceptos desde la lógica y el conocimiento: informarse sobre sexualidad, ética, filosofía y ciencia permite construir una visión más equilibrada del mundo.
  • Practicar la autoaceptación: recuperar la autoestima empieza por
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