Autoridades de Costa Rica y de Galápagos, Ecuador, se han unido para asegurar la creación de un nuevo corredor o autovía, podríamos decir. En este caso, no se trata de una ruta por la que podrán desplazarse las personas, sino que será submarina y estará destinada para el uso por parte de los peces.
A inicios de Enero, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, firmó un decreto para crear la nueva Reserva Marina de Galápagos bajo el nombre de «Hermandad«. Este nuevo espacio expande el área marina protegida en el archipiélago en un 45%, posee unos 60.000 kilómetros cuadrados, según informó el sitio de noticias rtve, que equivale a tres veces el tamaño de Bélice. De esta forma, ese nuevo espacio se suman a los 138.000 que ya formaban parte de estos espacio protegidos.
La ceremonia en la cual se realizó la presentación oficial de este corredor submarino contó con la presencia de Iván Duque, mandatario colombiano, Bill Clinton, expresidente de Estados Unidos, y representantes de Costa Rica y Panamá. «Hay lugares que han dejado su marca en la historia de la humanidad, y hoy, tenemos el honor de estar en uno de esos lugares», dijo el presidente Lasso en el evento.
«Estas islas que nos reciben nos han enseñado muchas cosas sobre nosotros mismos. Así que, en vez de actuar como los dueños absolutos de estas tierras y mares, ¿no deberíamos actuar como sus protectores?», agregó Lasso.
Esta nueva reserva contará con un corredor submarino que conectará las Islas Cocos, de Costa Rica, una ruta migratoria utilizada por millones de tortugas marinas y rayas. Eventualmente esta «carretera» conectará los dos sitios que forman parte del Patrimonio de la Humanidad, según la UNESCO, y, según la agencia de noticias Reuters, contribuirá a proteger varias especies que se encuentran en peligro de extinción.
La meta a largo plazo es que este corredor se extienda a lo largo de Ecuador, Colombia, Panamá y Costa Rica, cuyos líderes se comprometieron a crearlo en 2021.