Imagina el escenario: el mundo sufre un colapso de proporciones inimaginables. En medio del caos, surge la pregunta: ¿dónde estarías más seguro? Un estudio reciente, realizado por Nick King y Aled Jones en la Universidad Anglia Ruskin, presenta una lista de los cinco países mejor posicionados para sobrevivir a un cataclismo.
Nueva Zelanda, Islandia, Reino Unido, Tasmania e Irlanda encabezan la lista de los refugios más seguros en caso de un colapso de la civilización mundial. ¿Pero qué los hace tan especiales?
El análisis se basa en diversos factores, desde el cambio climático hasta la caída de estructuras financieras, pandemias e incluso escenarios más extremos. Según los investigadores, Nueva Zelanda destaca como el país óptimo para la supervivencia. La nación insular posee una excepcional capacidad para generar energía geotérmica e hidroeléctrica, además de contar con vastas áreas de tierra agrícola y una baja densidad de población.
Cada país fue evaluado en función de su capacidad para cultivar alimentos, proteger las fronteras ante migraciones masivas, fabricar productos esenciales y mantener una red eléctrica funcional. Aquellos con baja densidad poblacional, como Nueva Zelanda, tienen mayores posibilidades de mantener la estabilidad en condiciones adversas.
Sin embargo, los gobiernos enfrentaron la cruda realidad con la pandemia del coronavirus, evidenciando una falta de preparación para desastres repentinos a nivel mundial. A pesar de esto, aún hay tiempo para prepararse y enfrentar el desafío de un posible fin del mundo.
Ante la incertidumbre del futuro, la humanidad se enfrenta a una tarea crucial: planificar y adaptarse para garantizar la supervivencia en cualquier escenario imaginable.