Shona Owen posee tal vez uno de los pasaportes más peculiares del mundo.
En el espacio que va el lugar de nacimiento, en vez de decir México, Argentina o Perú, se puede leer «en un avión a 10 millas de sur de Mayfield, Sussex».
Lo que el documento no dice es que nació a 2500 metros de altura, en el suelo de la cabina de primera clase de un Boeing 747.
Owen, ahora de 26 años, es una de las pocas personas en el planeta, y en la historia, que ha nacido en un avión. Como conmemoración, sus padres le dieron nombres Shona Kirsty Yves, las iniciales deletrean SKY (Cielo).
Fue en 1991 que Deborah Owen volaba de regreso al Reino Unido desde su trabajo en Accra, Ghana. Entró en trabajo de parto seis semanas antes de la fecha prevista. Wym Bakker, un médico holandés que viajaba en ese vuelo, recibió al bebé con la ayuda de la tripulación de cabina.
Owen alertó por primera vez al personal a bordo que pensaba que había entrado en trabajo de parto mientras volaban por alguna parte de Argelia, pero el capitán le dijo que intentara aguantar. Cuando ya estaban por París ella no podía aguantar más.
«Yo quería que el avión se apurara», dijo a The Guardian en 2014. «Pronto el impulso de empujar se hizo insoportable, cuando el capitán al fin me dijo que habíamos pasado por París, sabía que el bebé no esperaría más.»
«El capitán anunció que un nuevo pasajero estaba a bordo. Todos aplaudieron y se sirvió champagne. Media hora más tarde aterrizamos en Gatwick (Inglaterra).
¿Qué tan común es que los bebés nazcan en los aviones?
Aunque es poco común (tristemente no hay estadísticas globales sobre los bebés nacidos del aire), Shona no es el primer ni el último bebé que nace en un avión. Hace poco tiempo un avión aterrizó con un pasajero más de lo que había despegado.
Nafi Diaby, que volaba con Turkish Airlines de Guinea a Burkina Faso, entró en trabajo de parto poco después del despegue. La niña nació a 13.000 metros de altura, con la ayuda de otros pasajeros y la tripulación de cabina.
Son historias como éstas las que validan la capacitación de la tripulación de cabina en todas las aerolíneas.
La mayoría de las aerolíneas no permiten viajar después de la semana 36 del embarazo, o la semana 32 si está embarazada de gemelos. Ryanair requiere que las madres embarazadas, pasadas 28 semanas, lleven una carta «apta para volar» de un médico.
¿Cómo deciden la nacionalidad del bebé?
Una de las razones por las que Deborah Owen volaba embarazada era que quería que su bebé naciera en el Reino Unido y recibiera la ciudadanía de Gran Bretaña, algo que logró, aunque su nacimiento tuvo que ser registrado por la Autoridad de Aviación Civil.
Pero, ¿qué hay de los nacidos en aguas internacionales o de un país sin relación con la madre?
Hay varios factores diferentes a tener en cuenta cuando un niño nace en un vuelo. En primer lugar, si el vuelo es de un país firmado en el Convenio sobre la Reducción de Apatridia, entonces el niño será un nacional de donde el avión está registrado.»
Si el país no es parte del acuerdo, entonces la ubicación del avión dentro del espacio aéreo internacional determinará la nacionalidad del niño. Por ejemplo, si un niño nace con el espacio aéreo de los Estados Unidos, se convertiría en un ciudadano estadounidense. Sin embargo, si ese país no permite que el niño se convierta en ciudadano, entonces adoptará la nacionalidad de la madre o del padre.
Las mismas reglas se aplican a los bebés nacidos en cruceros. Los nacimientos tienden a ser más comunes en el mar, debido a la duración del viaje.
La cuestión está ampliamente dividida entre dos principios: lus sanguinis y lus soli, derecho de sangre y derecho de suelo, respectivamente. La primera significa que la ciudadanía no está determinada por el lugar de nacimiento sino por la nacionalidad de los padres, mientras que la segunda es lo contrario.
En 2015, un nacimiento en un vuelo de China Airlines de Taipei con destino a Los Ángeles se convirtió en controversial después de que la madre fue acusada de intentar «turismo de nacimiento», una tendencia por la cual los padres expectantes vuelan a los EE.UU. con la esperanza de que su bebé obtuviera la ciudadanía estadounidense.