El punto más austral del continente sudamericano se encuentra en extrema alerta: por primera vez en la historia, se ha registrado déficit hídrico en la Región de Magallanes. Conocida oficialmente como Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, se trata de una de las dieciséis regiones en que se divide Chile: se ubica en la parte sur de la Patagonia y durante el último tiempo es víctima de una inusual sequía.
El gobierno de Chile decretó el pasado viernes la emergencia agrícola en la región de Magallanes debido a las extremas condiciones climáticas: autoridades han anunciado un paquete de medidas que comprenden un financiamiento especial para ayudar a los productores forestales, agrícolas, apícolas y ganaderos de Magallanes a sobreponerse a las consecuencias de este fenómeno natural.
El decreto declara, precisamente, «situación de emergencia agrícola por déficit hídrico a la región de Magallanes por los efectos de daño productivo derivados de esta condición» y dispone recursos económicos para la zona. Cabe destacar que esto se debe a que, según ha explicado Luz Bermúdez, delegada presidencial en Magallanes, durante el invierno de 2022 «no se cumplieron las expectativas hídricas debido a la falta de lluvias».
Normalmente, en invierno se registran en esa región del sur de Chile copiosas precipitaciones, nevadas y vientos que alcanzan los 100 km/h. Según un comunicado del Ministerio de Agricultura, sólo en el mes de noviembre «hubo 8,8 mm de agua caída, cifra muy lejana al promedio histórico de 60 mm». La escasez de lluvia en la zona afecta principalmente a la industria ganadera debido a que, la falta de agua en los campos interrumpe el desarrollo normal de vegetación que sirve como forraje para los ovinos en Magallanes.
Por su ubicación, la región de Magallanes es considerada la puerta de ingreso a la Antártida, distante a unos 1.240 km, lo cual genera realmente un nivel de preocupación importante tratándose de una geografía caracterizada por abundantes lluvias y nevadas. Además de Magallanes, desde hace más de una década el centro de Chile padece una megasequía. En 2021, el déficit de lluvia fue de un 71%, convirtiendo al invierno de ese año en el más seco del siglo XXI en esa zona, según la Dirección Meteorológica.
