A través de un anuncio emitido por su presidente Vladimir Putin, Rusia ha oficializado el estado de emergencia debido al alerta producida en la región que se encuentra en los alrededores de la ciudad ártica de Norilsk.
¿El motivo? Una fuga masiva de combustible que ha teñido dos ríos de un color rojo sangriento. Según la información que ha trascendido al respecto, el pasado viernes se habrían filtrado al menos 21 mil toneladas de diesel de una central eléctrica local.
Entre las razones que originaron este incidente, inmediatamente tomó gran relevancia la noticia de que un automóvil se había estrellado contra una de las torres de almacenamiento de la planta. Luego, finalmente se descubrió que lo sucedido fue que la torre se descomprimió primero y se rompió, provocando incendios y derrames.
En aquel momento, los funcionarios de la central eléctrica intentaron resolver el problema por sí mismos. Desafortunadamente, más de 100.000 metros cuadrados de tierra habían sido afectados, por lo que no tuvieron otra opción más que dar a conocer el incidente. Putin ha manifestado su enojo sobre las diferentes versiones surgidas en torno al hecho, y especialmente por la tardía notificación a las autoridades oficiales sobre lo sucedido realmente.
En efecto, la oficina del fiscal general anunció que se abrirá un caso penal a la central eléctrica local por dos motivos: daños a la tierra y al agua y la violación de las normas de protección ambiental.
Por su parte, organizaciones activistas como Greenpeace Rusia han manifestado su descontento con el desenlace. Ivan Blokov, director de la entidad sin fines de lucro, expresó que la situación de Norilsk es «muy, muy mala», casi comparando con algunas de las peores fugas de combustible del mundo.
Cabe destacar que este problema no resulta aislado ante un contexto en donde Norilsk ya es distinguido por sus problemas ambientales. Lo cierto es que, este centro aislado de extracción de níquel ubicado en el extremo norte de Rusia y con no más de 180,000 habitantes, ya es considerada como la ciudad más contaminada de Rusia.
El director de Greenpeace Rusia detalló: «Se necesitará mucho esfuerzo y varios miles de millones de rublos para limpiar las cosas… Los ríos estarán contaminados y se puede esperar que crezca cualquier cosa en las áreas contaminadas durante décadas, quizás cientos de años«. Además, concluye ante la complejidad de la situación y la preocupación por no obtener pérdidas lamentables para el medio ambiente y la población aledaña: «Es uno de esos casos que no hay una buena solución obvia«.
Si quieres conocer más sobre lo que sucede en el mundo, ¡síguenos en Instagram!
Ver esta publicación en InstagramEverest a la vista! ????????♥️
Una publicación compartida por Intriper (@intriper) el