Con fiordos espectaculares, islas idílicas, iglesias caprichosas, saunas apacibles y un canal histórico impresionante, a menudo se dice que la vida en la región Telemark de Noruega, a unas cuatro horas en coche al este de Oslo, es como un cuento de hadas. Ahora hay una nueva atracción maravillosa: un paseo por las copas de los árboles en el parque de actividades de Haramen.
El sendero totalmente accesible permite a los visitantes de todas las edades sentirse como si estuvieran flotando sobre los bosques de pinos de la montaña Fyresdal, a casi 15 metros de altura.
El paseo de 1000 metros de largo y 20 metros de ancho, que fue cuidadosamente diseñado para coincidir con las curvas naturales de las pendientes, comienza en el suelo del bosque. Se abre camino a lo largo del lago Fyresvatn hasta la cima de Klokkarhamaren, una formación rocosa, y va a lo largo de las crestas de las montañas y por encima de las copas de los árboles. Al final del recorrido se llega a un mirador circular de casi 50 metros de diámetro, donde los visitantes pueden contemplar el paisaje del bosque, las montañas rocosas y los lagos cristalinos.
“La verdadera tarea que teníamos ante nosotros era volver a conectar a las personas con la naturaleza y crear un diseño que mejorara la experiencia de los visitantes, llevándolos a una caminata lenta y poética a través del dosel del bosque, que culminó en una oleada de emoción mientras disfrutan de un paisaje panorámico con una vista del lago contra el cielo a 60 metros sobre el nivel del agua del lago”, dijo Tue Foged, uno de los fundadores de la firma de arquitectura de Copenhague Effekt, que diseñó el proyecto..
“Aunque es un pequeño gesto en el panorama general, esperamos que otorgar a las personas acceso gratuito y universal para experimentar la naturaleza sublime de este sitio pueda servir como un ejemplo para otros”.
Para dar realmente una sensación de integración, el camino se construyó con madera de pino de origen local, dando a los visitantes la ilusión de deslizarse verdaderamente a lo largo del dosel. La simplicidad también fue una prioridad durante la construcción para tener un efecto mínimo en el entorno natural, ya que Effekt trabajó con el contratista local Inge Aamlid para idear un sistema que utilizaba pequeños elementos prefabricados que podían construirse con pequeñas máquinas o a mano.
El sendero para caminar ha estado en desarrollo desde 2017, cuando surgió la idea de crear un camino que todos pudieran experimentar, independientemente de sus capacidades y restricciones físicas. Como resultado, el camino ligeramente inclinado es adecuado tanto para ciclistas y caminantes como para cochecitos y sillas de ruedas.
