Un equipo de paleontólogos anunció el hallazgo de una nueva especie de dinosaurio carnívoro relacionada con el legendario Tiranosaurio Rex, gracias al reanálisis de restos fósiles encontrados en los años 70 en el Desierto del Gobi, en Mongolia. Durante décadas, estos restos fueron clasificados erróneamente como parte de la especie Alectrosaurus. Sin embargo, un estudiante de doctorado cambió esa historia para siempre.

El descubrimiento fue publicado el 11 de junio en la revista científica Nature, y representa un avance clave para comprender la evolución de los grandes depredadores prehistóricos.
Todo comenzó cuando Jared Voris, estudiante de la Universidad de Calgary, visitó el Museo Central de Mongolia en 2023 y notó algo inusual en los fósiles: una cavidad de aire en el cráneo, justo donde otras especies del grupo suelen tener una unión nasal sólida. Además, detectó diferencias en la forma en que se unen los huesos de los dedos de las patas, un rasgo jamás visto en otros tiranosáuridos.
A partir de este análisis, se concluyó que no se trataba de un Alectrosaurus, sino de una especie completamente nueva, que ha sido bautizada como Khankhuuluu, que en mongol significa “el príncipe dragón”.

¿La razón del nombre? Su pequeño tamaño. Este dinosaurio pesaba unos 750 kilos, mientras que un T. Rex llegaba a superar los 6.000 kilos. Khankhuuluu representa así una etapa de transición entre depredadores pequeños y los gigantes prehistóricos que dominaron el Cretácico tardío.
Además de ser el ancestro más cercano conocido del grupo de los tiranosaurios, Khankhuuluu aporta nueva información sobre cómo evolucionaron los superdepredadores en tamaño, estructura ósea y capacidades de caza.
Este hallazgo no solo reescribe parte del árbol genealógico de los dinosaurios, sino que también subraya el valor de reexaminar fósiles antiguos con nuevos ojos. A veces, las piezas clave de la historia de la vida en la Tierra están frente a nosotros… esperando que alguien las mire diferente.