Si andás por el nordeste brasileño, no te olvides de pasar por Pipa. Se llega desde Natal, Capital del Río Grande du Norte.
Por la particularidad de su geografía y la amplitud de sus mareas, el bañista tiene que cumplir horarios para visitar cada playa. Pero no te preocupes que es súper fácil y vale la pena: solo tenés que pedir la tabla de mareas y organizar tu día.
Estas son las playas que tenés que conocer:
Playa do Madeiro
Es la más alejada del centro. Si vas en bus, atravesás un mini bosquecito para encontrarte con una bahía gigante y hermosa. Basta sumergirse para nadar en la corriente suave y tibia.
En Playa do Madeiros también vas a encontrar una escuela de surfistas. Las olas son pequeñas así que es ideal para iniciarte en las artes del surf.
Baia dos Golfinhos
Seguramente habrás escuchado que Pipa se ven delfines. Pero seguramente no te contaron la emoción que se siente al nadar a 20 metros de ellos.
En Baia dos Golfinhos te vas a llenar de ternura viendo saltar a los delfines que se acercan a jugar a la orilla.
Al atardecer, también se arman partidos de fútbol en sus amplias playas. Eso sí: tenés que ir cuando la marea está baja y volverte antes de que la marea empiece a subir.
Playa del Centro
Como su nombre lo indica, es a la que se accede más fácilmente desde el centro de Pipa. Si bien su belleza no es excepcional, tiene la ventaja de estar cerca de una gran variedad de restaurantes y bares. Ideal para ir en familia
Playa del Amor
Me niego a ser objetiva con esta playa que se ha robado mi corazón. Esta playa tiene una personalidad fresca y relajada. Acantilados con palmeras, hamacas en la playa, posibilidad de practicar sackline y por su fuera poco: ¡una biblioteca! Sí, biblioteca na Praia.
Acá es muy fácil conseguir un trago o un snack, los paradores siempre con buena música y buenas olas para surfear.
¿Querés más? Acá tenés: podés ir en cualquier horario porque las mareas no modifican el acceso.
Playa das Minas
La más salvaje y brutal de todas las anteriores. Playa das Minas se impone con sus olas gigantes y ensordecedoras. No es apta para bañarse pero sí para caminar por el espacio desierto que queda entre el mar y el acantilado. Sin dudas, un lugar misterioso.
Pipa es perfecta y enamora. Anímate a descubrirla
