Después de 40 años en cautiverio, Kenya se reencontró con otra elefanta africana en Brasil
Josefina Bonari
Redactora
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Tras un extenso viaje de cinco días desde Mendoza, Kenya, la última elefanta en cautiverio de Argentina, finalmente llegó al santuario de elefantes en Brasil y ayer vivió un momento clave en su nueva vida: su primer encuentro con Pupy, la otra elefanta africana que habita el predio.
Durante sus primeros días en libertad, Kenya eligió descansar, alimentarse y explorar a su ritmo. Pero el viernes por la mañana, algo cambió: la curiosidad por su nueva compañera fue más fuerte. Ambas se acercaron con cautela, separadas por una valla, en un encuentro que fue tranquilo pero lleno de señales. Mientras Kenya se mostró enérgica y dominante, Pupy respondió con confianza pero también con prudencia.
“El interés fue inmediato, pero cada una se expresaba a su manera”, explicaron desde el santuario. “Cuando Kenya se puso intensa, Pupy se alejó un poco. Un minuto después, Kenya comenzó a hacer sonidos suaves con la trompa, como pidiendo una segunda oportunidad”.
🐘 Kenya, la última elefanta en cautiverio de la Argentina, ya llegó al Santuario de Elefantes de Brasil, ubicado en el estado de Mato Grosso, donde comenzará una nueva vida en libertad después de más de 40 años encerrada. El viaje duró cinco días y fue seguido de cerca por un equipo especializado que monitoreó su estado en todo momento. En el lugar será recibida con cuidados especiales y, luego de pasar un período de adaptación, será integrada al espacio donde vive Pupy, la otra elefanta africana que también había sido parte del antiguo zoológico de Buenos Aires. El encuentro se dará de forma progresiva, en un entorno natural de más de 1.000 hectáreas, especialmente diseñado para su bienestar. Con la llegada de Kenya, se cierra una etapa histórica y se celebra el final del cautiverio de elefantes en el país. #kenya#elefantes#brasil#visionshow
Y esa segunda oportunidad llegó. En un nuevo acercamiento, Kenya bajó el tono, dio pequeños golpes con su pata y trompa para comunicarse. Pupy, aunque cautelosa, no se alejó demasiado. Ambas se observaron, sin miedo, sin agresiones, entendiendo que la vida en libertad ahora les pertenece.
Kenya y Pupy son las únicas elefantas africanas del santuario —las otras cinco residentes son asiáticas— y por eso comparten espacios diferentes. Su conexión, sin embargo, es especial: ambas vivieron décadas en soledad y encierro en Argentina (Kenya en Mendoza y Pupy en Buenos Aires), y ahora comienzan una nueva etapa de libertad, aprendizaje y vínculos elegidos.
“Estas primeras citas son fundamentales para que entiendan que, de ahora en más, sus decisiones importan”, remarcaron desde el santuario.
Este reencuentro entre dos vidas marcadas por el encierro se transforma hoy en un símbolo de esperanza, respeto y nueva oportunidad. En palabras de quienes las cuidan: “Nuestro rol es darles incentivos y seguridad. Ellas harán el resto”.
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Un comentario
Que emoción me saque Kenya y Pupy se conozcan y puedan compartir juntas la libertad sin tan lindas inteligencia tes gracias a los rescatitS veterinarios cuidadores por ser parte de este proyecto Dios los bendiga .
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Que emoción me saque Kenya y Pupy se conozcan y puedan compartir juntas la libertad sin tan lindas inteligencia tes gracias a los rescatitS veterinarios cuidadores por ser parte de este proyecto Dios los bendiga .