Explora el fascinante mundo de los destilados mexicanos más allá del tequila y el mezcal
Cuando hablamos de bebidas tradicionales mexicanas, es casi inevitable pensar en el tequila o el mezcal. Sin embargo, México es un país con una enorme diversidad cultural y geográfica que ha dado origen a una amplia gama de destilados artesanales que aún permanecen en el anonimato para muchos viajeros. Estas bebidas milenarias, cargadas de historia, tradición y sabor, merecen su lugar en el escenario internacional. 🌎🇲🇽
En este artículo te invitamos a descubrir algunos destilados mexicanos poco conocidos que prometen enriquecerte el paladar y la experiencia de viaje. Ya sea que planees una escapada cultural o un recorrido gastronómico, conocer estas joyas líquidas puede llevar tu aventura al siguiente nivel.
1. Bacanora: El espíritu del desierto sonorense
Originario del estado de Sonora, el bacanora es un destilado de agave que comparte similitudes con el mezcal, pero con un carácter propio. Proviene del agave Pacifica (Angustifolia Haw) que se cultiva de forma silvestre en las montañas de la Sierra Madre Occidental.
Después de estar prohibido durante casi 77 años, su producción se legalizó en el año 1992. Desde entonces, ha ido ganando reconocimiento y en 2000 obtuvo la Denominación de Origen.
¿Por qué deberías probarlo?
- Es suave pero con un marcado sabor ahumado que refleja el método tradicional de cocción en hornos de piedra.
- Perfecto para quienes buscan una experiencia más terrenal y menos comercial.
- Se produce en pequeñas comunidades, lo que lo convierte en una bebida artesanal auténtica.
Dónde encontrarlo:
Puedes degustarlo en Hermosillo o recorrer la famosa “Ruta del Bacanora”, donde varias destilerías abren sus puertas a los visitantes curiosos.
2. Raicilla: El mezcal rebelde de Jalisco
Aunque también se elabora con agave, la raicilla tiene su propia identidad aparte del tequila y el mezcal. Se produce principalmente en las regiones montañosas y costeras de Jalisco. Durante siglos fue considerada una bebida tabú, ya que no estaba regulada ni reconocida oficialmente.
Sin embargo, en 2019 se le otorgó la Denominación de Origen, lo que marcó un renacer para este destilado exótico y potente.
Características principales:
- Se elabora principalmente con agave maximiliana y lechuguilla.
- Su sabor varía desde dulce y floral hasta ahumado y herbal.
- La variedad de perfiles depende de la técnica del maestro raicillero.
Experiencia recomendada:
Visitar San Sebastián del Oeste o Mascota, dos pueblos mágicos donde puedes explorar fábricas tradicionales y conocer a sus productores.
3. Sotol: El “mezcal del norte” que no viene de agave
Pocas personas fuera de México han oído hablar del sotol, y cuando lo hacen, suelen pensar erróneamente que es otro tipo de tequila o mezcal. En realidad, el sotol se destila de la planta Dasylirion, también conocida como “sereque”, y se produce en los desiertos de Chihuahua, Durango y Coahuila.
Es una bebida profundamente conectada con las comunidades indígenas y ha sido utilizada con fines ceremoniales durante siglos.
¿Qué lo hace especial?
- El sabor es más terroso, vegetal y menos ahumado que el del mezcal.
- Una sola planta puede tardar hasta 15 años en madurar, lo que lo convierte en un producto altamente valorado.
- Fue reconocido oficialmente con Denominación de Origen en 2002.
Tips de degustación:
Disfruta del sotol acompañado de cítricos o como parte de un cóctel fresco en bares especializados en Ciudad de México o Chihuahua.
4. Pox: El alma líquida de los Altos de Chiapas
El pox (pronunciado “posh”) es un destilado ancestral usado por las comunidades mayas de Chiapas, especialmente los Tzotziles y Tzeltales. Tiene un fuerte simbolismo espiritual y se usa tanto en rituales de sanación como en celebraciones importantes.
Se elabora a base de maíz, caña de azúcar, y trigo o arroz, lo que le confiere un perfil completamente diferente al de los destilados de agave.
¿Qué puedes esperar del pox?
- Un sabor complejo, ligeramente dulce y terroso.
- Una experiencia cultural profunda al consumirlo en su contexto original.
- Se considera una bebida sagrada y está envuelto de respeto comunitario.
Dónde vivirlo:
San Juan Chamula y San Cristóbal de las Casas son dos opciones ideales para probar esta bebida mágica directamente del productor y descubrir su historia.
5. Tuxca: El destilado rebelde del sur de Jalisco
Uno de los más enigmáticos, el tuxca es un destilado producido entre Jalisco y Colima a partir de diversas especies de agave. Algunas teorías sugieren que el nombre proviene de “Tuxcacuesco”, una ciudad famosa por su producción ancestral.
Al igual que la raicilla, el tuxca es un destilado aguardiente que no siempre ha sido reconocido ni regulado, lo que ha permitido que mantenga métodos de elaboración 100% tradicionales.
Ideal para los amantes de lo exótico:
- Agaves cocidos en hornos de tierra, destilación en alambique de cobre o barro.
- Sabor profundo con un toque dulce y herbal único.
- Producción limitada y artesanal, lo que le confiere exclusividad.
Nota para viajeros:
Este destilado es difícil de encontrar fuera de las comunidades productoras. Si estás viajando por Colima o el sur de Jalisco, pregunta en mercados y ferias locales.
¿Por qué vale la pena explorar estos destilados?
La belleza de los destilados mexicanos poco conocidos no radica únicamente en su sabor, sino también en su historia, tradición e identidad cultural. Cada botella es una