En diciembre de 2024, una tormenta excepcional en el océano Pacífico desató una de las marejadas más intensas registradas en la historia. Ahora, un nuevo estudio de la Agencia Espacial Europea (ESA) confirmó que las olas alcanzaron alturas nunca antes medidas: picos de más de 35 metros, según los datos del satélite SWOT (Surface Water and Ocean Topography).
Las observaciones, tomadas el 21 de diciembre, mostraron olas promedio de casi 20 metros, con crestas individuales que superaron los 115 pies (35 metros), marcando un récord histórico de altura de ola registrada desde el espacio.
Esa misma marejada llegó a Hawái al día siguiente, dando inicio al legendario Eddie Aikau Big Wave Invitational en Waimea Bay, donde las olas alcanzaron más de 15 metros. El surfista local Landon McNamara se llevó el título en una jornada que muchos describieron como épica.
El fenómeno continuó avanzando hacia la costa de California, y el 23 de diciembre, el surfista Alessandro Alo Slebir cabalgó una ola de 23 metros en Mavericks, una de las más grandes jamás surfeadas allí. Aunque no rompió el récord mundial de Sebastian Steudtner, la hazaña fue considerada histórica.
“Estas olas actúan como mensajeras del océano”, explicó el oceanógrafo Fabrice Ardhuin, autor principal del estudio. “Aunque la tormenta no toque tierra, su energía viaja miles de kilómetros, llevando impactos significativos a costas lejanas”.
El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, destaca no solo la magnitud del evento, sino también su relevancia para entender el cambio climático y cómo este podría estar intensificando las tormentas oceánicas. Los científicos ya desarrollan nuevos modelos predictivos para anticipar fenómenos extremos y sus posibles consecuencias.
