“Orca” fue hasta septiembre del año pasado la planta de captura de aire (DAC por sus siglas en inglés) más grande del mundo. La misma tiene la capacidad de absorber 4.000 toneladas de dióxido de carbono del aire, lo que equivale a 790 automóviles funcionando.
Aunque, muy pronto entrará en funcionamiento otra: Mammoth. Esta nueva máquina tendrá la capacidad de capturar 9 veces más dióxido de carbono que la actual Orca.
Según lo informado por la agencia internacional de energía (IEA), hay alrededor de 20 plantas de este tipo en todo el mundo, por lo que no representan hasta el momento una solución real a los gases de efecto invernadero provocados por las actividades de los seres humanos.
Según el cálculo que realizaron desde la agencia, para lograr un verdadero impacto positivo en el medio ambiente, tendría que haber plantas de captura de aire capaces de absorber 85 millones de dióxido de carbono. Por el momento con las 20 plantas que existen más Mammoth que entrará en construcción en los próximos 18 a 24 meses, solo se podrían estar absorbiendo 0,01 millones de toneladas de CO2. Una cifra ínfima.
Para poder limpiar el planeta de los gases de efecto invernadero, se necesitarán plantas que sean capaces de absorber un millón de toneladas de dióxido de carbono por año, cada una. A lo que Mammoth, sólo tendrá la capacidad de capturar 36.000 toneladas de este compuesto químico, lo que hace que esté muy lejos de la meta ya mencionada, aunque es un gran avance en temas de tecnología para el medio ambiente.
Hasta el momento la desventaja más grande con las plantas que capturan dióxido de carbono del aire, es que requieren grandes cantidades de energía para funcionar. Pero, en el caso de Orca y Mammoth, como se encuentran ubicadas en el parque geotérmico de Hellisheiði en Islandia, las mismas pueden proveerse de energía renovable para alimentar sus operaciones y así poder separar el CO2 del aire limpio.
Fuente: INFOBAE
