Dos adolescentes sobrevivieron 16 horas a la deriva en el mar aferradas a una tabla inflable en Florida

teens-missing-on-paddle-boards-2x1-zz-250320-9e7363
Redactora
5/5 - (1 voto)

Avery Bryan y Eva Aponte, ambas de 16 años, protagonizaron una verdadera hazaña de supervivencia tras pasar 16 horas a la deriva en el Golfo de Florida, enfrentando temperaturas cercanas a un grado bajo cero y un mar embravecido. La historia, que pudo haber terminado en tragedia, se transformó en un milagroso rescate que emocionó a toda una comunidad.

image teens missing on paddle boards zz 250320 03 37f561

El pasado 18 de marzo, ambas jóvenes partieron en una tabla de paddle surf inflable desde la isla de Atsena Otie Key hacia Cedar Key. Era un recorrido corto, de menos de un kilómetro, pero una fuerte corriente las desvió de su ruta. Lo que comenzó como una tarde de aventura se convirtió en una noche extrema de supervivencia, con vientos intensos, olas de casi dos metros y un frío que congelaba los huesos.

Las adolescentes, que no llevaban chalecos salvavidas, confiaron en su instinto y en la única tabla que las mantenía a flote. Según declaró el teniente Scott Tummond, de la Oficina del Sheriff del Condado de Levy, la temperatura del agua descendió hasta 1 °C durante la noche. Pero Bryan y Aponte lograron mantenerse conscientes y tomar decisiones claves que les salvaron la vida: escurrieron su ropa mojada, volvieron a ponérsela para retener el calor corporal y decidieron quedarse quietas en un pantano de aguas bajas cuando por fin alcanzaron tierra, para evitar heridas por las ostras afiladas del lugar.

Estas chicas son inteligentes, hicieron todo bien. Cada una de sus acciones aumentó sus posibilidades de supervivencia al 100%”, afirmó Tummond.

El rescate llegó a la mañana siguiente, cuando un grupo de pescadores locales que se había unido a la búsqueda voluntaria divisó a las jóvenes saludando con desesperación desde el pantano. Los rescatistas Will Pauling, Alex Jefferies y Russell Coon dieron la alerta, y Gary Bartell, dueño de una marina, llegó en su hidrodeslizador para ponerlas a salvo.

image 4CZS2SYVRJGDVFLBFCJYGERSXE

La emoción no terminó ahí. El hijo de Bartell, un niño de ocho años llamado Brody, les ofreció barras de golosinas Lucky Charms, que según su padre, “se las comieron de inmediato”.

Tras el rescate, las adolescentes fueron trasladadas a un hospital donde fueron tratadas por hipotermia y deshidratación, y recibieron el alta dos días después. El momento del reencuentro con sus familias fue descrito por los testigos como “mágico”. Bartell recordó que una de las niñas corrió hacia él para darle el abrazo más fuerte de su vida.

Para muchos, la supervivencia de Avery y Eva no fue solo un golpe de suerte. La clave estuvo en su determinación de no abandonar nunca la tabla inflable que las mantuvo a flote durante toda la noche. “Esa es la razón por la que están vivas”, concluyó Bartell.

La historia de estas dos adolescentes se convirtió en un símbolo de esperanza y fortaleza, y en un recordatorio de que la preparación y la templanza pueden marcar la diferencia en los momentos más críticos.

5/5 - (1 voto)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También
Te puede interesar