Lo que parecía una caminata más terminó en un rescate de emergencia en el Col du Tourmalet, en el Pirineo francés. Dos excursionistas quedaron atrapados en plena nieve, sin posibilidad de avanzar ni de retroceder, y tuvieron que pedir ayuda a los especialistas de montaña.
El episodio ocurrió el sábado 13 de diciembre, cuando el Peloton de Gendarmerie de Haute-Montagne (PGHM) de los Altos Pirineos recibió la llamada de auxilio. Los senderistas habían abandonado las rutas señalizadas para internarse por senderos sin marcar, ya cubiertos de nieve acumulada.

La combinación de equipo inadecuado, falta de experiencia y un terreno cada vez más hostil transformó la excursión en una situación peligrosa. Frente a ellos tenían una pendiente empinada y endurecida por la nieve, mientras que detrás el camino ya era prácticamente impracticable. Sin crampones, piolets ni material técnico, cada paso implicaba un riesgo real de caída.
Según explicaron los rescatistas, este tipo de situaciones es muy común en periodos de nieve: un sendero que parece accesible puede volverse una trampa en pocos metros, cuando la nieve se endurece y la pendiente aumenta sin previo aviso. En este caso, los excursionistas quedaron literalmente clavados, sin margen para maniobrar.
El propio rescate no estuvo exento de riesgos. Los agentes del PGHM tuvieron que avanzar por un entorno inestable, controlando el peligro de resbalones e incluso de avalanchas. Gracias a su experiencia y dominio de las técnicas de progresión en montaña, lograron convertir un escenario potencialmente grave en un susto sin consecuencias mayores.

Tras el rescate, los gendarmes aprovecharon para reiterar un mensaje clave para quienes practican senderismo o deportes de invierno: planificar la ruta, respetar los itinerarios marcados y dar la vuelta cuando la nieve se vuelve profunda puede evitar accidentes serios.
Empapados, agotados y con dificultades para regresar al punto donde habían dejado su vehículo, los excursionistas fueron finalmente acompañados en coche oficial por los agentes hasta su auto, cerrando una jornada que pudo haber terminado mucho peor.



