La llegada del Año Nuevo en Punta del Este, Uruguay, se vio marcada por un trágico incidente. Franco Adrián Toro, un joven argentino de 30 años oriundo de Bahía Blanca, desapareció en las aguas entre la Playa Brava y la Playa El Emir mientras intentaba rescatar a una amiga en peligro.
El suceso ocurrió en la madrugada del 1 de enero, cuando cuatro amigos enfrentaron dificultades en una zona de rocas. Según informó el vocero de la Prefectura, Alejandro Pérez, dos de ellos fueron rescatados por personal de emergencia, mientras que un tercero logró salir del agua por sus propios medios. Sin embargo, Franco no logró regresar.
Desde ese momento, se activó un intenso operativo de búsqueda por mar y tierra, que incluye lanchas, botes neumáticos y patrullajes terrestres. “Se pondrán todos los recursos a disposición durante las primeras 24 horas, pero seguiremos buscando mientras las circunstancias lo permitan”, aseguró Sebastián Sorribas, funcionario de la Armada uruguaya.
Franco, tatuador y amante de los animales, trabajaba temporalmente en un local gastronómico de Punta del Este durante la temporada de verano. En su cuenta de Instagram, se describía como alguien apasionado por “hacer un poco de todo”. Su valentía al ingresar al agua para ayudar a una amiga en peligro refleja su espíritu generoso, aunque la situación tomó un giro trágico.
A pesar de las complejas condiciones en la zona de rocas, las autoridades no pierden la esperanza. Los rescatistas han extendido el operativo más allá del mar, rastreando playas y áreas cercanas en un esfuerzo por encontrar al joven.
Este trágico episodio es un recordatorio de los riesgos que pueden surgir en el mar, incluso en momentos de celebración, y de cómo un acto de valentía puede poner en riesgo la propia vida. Mientras tanto, Punta del Este, conocida por su belleza y como destino turístico, permanece en vilo, esperando un desenlace que aún parece incierto.
