Uno de los tesoros naturales más fascinantes de Río Negro cumple 23 años bajo la Ley de Protección Provincial, que lo declaró Área Natural Protegida y Monumento Natural. Se trata del Bosque Petrificado de Valcheta, un sitio único de 625 hectáreas que resguarda troncos fósiles de más de 60 millones de años.
Este lugar, formado durante el período Paleoceno, conserva los restos de antiguos bosques que cubrían la región cuando el clima era templado y húmedo, con especies similares a las araucarias y árboles tropicales.

El proceso de petrificación ocurrió cuando los troncos fueron arrastrados por corrientes hacia zonas ricas en sales y cubiertos por sedimentos sin oxígeno. Con el paso del tiempo, los minerales reemplazaron la materia orgánica, preservando con detalle ramas, frutos y semillas. El resultado: una ventana al pasado geológico de la Patagonia.
Además de su valor científico, el bosque petrificado es un atractivo turístico destacado de la Región Sur. El paisaje, dominado por jarillas y aves patagónicas, combina la fuerza del desierto con la huella milenaria de los fósiles.
El equipo de Guardas Ambientales de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático cumple un rol esencial en su protección y monitoreo, garantizando visitas responsables y fomentando el conocimiento sobre este patrimonio natural.

📍 Cómo visitarlo:
El bosque se encuentra cerca del pueblo de Valcheta, a unos 100 km de San Antonio Oeste y Las Grutas, sobre la Ruta Nacional 23. Puede recorrerse a pie o en bicicleta junto a guías especializados, que ayudan a imaginar cómo era la vida en aquellos bosques prehistóricos.
A 23 años de su creación, el Bosque Petrificado de Valcheta sigue siendo un emblema de la historia natural de Río Negro y un testimonio del compromiso con la conservación ambiental y el conocimiento científico.


