El hallazgo de restos fósiles en la Isla de Flores, Indonesia, ha abierto nuevas puertas a la comprensión de la evolución humana y a la posibilidad de que los llamados ‘hobbits’ realmente hayan existido. Estos pequeños seres, conocidos científicamente como Homo floresiensis, miden alrededor de un metro de altura y comparten un ancestro común con el Homo erectus.
El equipo arqueológico del Museo Nacional de Tokio, liderado por el profesor Yosuke Kaifu, ha encontrado restos de un húmero y dientes en una cueva de la isla. Estos fósiles, datados de hace unos 50.000 años, aportan evidencias clave sobre estos diminutos humanos que habitaron la región junto a especies como los elefantes pigmeos y los dragones de Komodo, todos extinguidos en la misma época.
Este descubrimiento ha generado fascinación, ya que es imposible no relacionar a estos «humanos en miniatura» con los famosos hobbits de El Señor de los Anillos, creados por J.R.R. Tolkien. Aunque los Homo floresiensis desaparecieron misteriosamente, los investigadores continúan buscando respuestas sobre cómo vivieron y qué los llevó a la extinción.
La investigadora Aida Gómez-Robles, de la Universidad de Londres, señala que este hallazgo fortalece la teoría de que los Homo floresiensis eran una especie independiente, capaces de crear herramientas rudimentarias y sobrevivir en condiciones aisladas en la isla de Flores. Así, lo que comenzó como una fantástica historia literaria, parece tener raíces mucho más reales de lo que pensábamos.