Durante los últimos 15 años, los científicos han observado que los trópicos, principalmente sus bordes, se están expandiendo hacia los polos en algunas regiones. Si bien en su interior estos son cálidos y húmedos, sus límites están caracterizados por ser regiones calientes y resecas.
Estas áreas más secas son las que se están haciendo más grandes en el Mediterráneo, sur de Australia y sur de California. Además, los expertos en el tema notaron que se expandieron más para el hemisferio sur que para el norte pero no podían identificar la razón.
Según un estudio publicado por la Unión Americana de Geofísica, la razón por la que los científicos no podían encontrar un mecanismo exacto que explique la tendencia de crecimiento se debe a que estaban buscando en el lugar equivocado. Este estudio sostiene que lo que impulsa la expansión tropical es el calentamiento de los océanos y, este último, es causado por el cambio climático y no por cambios en la atmósfera. En este sentido, el cambio es mayor hacia el hemisferio sur porque es donde la superficie oceánica es mayor.
De acuerdo a los autores, lo que se reveló en el estudio es que la expansión de los trópicos está ligada directamente con el cambio climático y, de hecho, impulsada por el mismo. Porque si bien hay cambios naturales que, a largo plazo, pueden generar consecuencias como las observadas, estos cambios por sí solos no pueden explicar la gran expansión que ocurrió hasta el momento.
Esto significa que el cambio climático ya tuvo grandes efectos sobre la expansión tropical, principalmente en el hemisferio sur.
Según Europapress, el científico climático del Instituto Alfred Wegner en Bremerhaven, Alemania, Hu Yang, afirmó, en referencia a la expansión tropical, que «Esto es el resultado del calentamiento global«. Yang también afirmó que lograron demostrar que el aumento del calentamiento del océano subtropical no depende de las oscilaciones climáticas naturales.
Yang es uno de los autores del estudio. Él y sus colegas notaron la expansión de los trópicos en 2015, mientras analizaban corrientes oceánicas que transportaban agua cálida hacia los polos. Eso fue lo que les llevó a pensar que quizás la expansión no fuese impulsada por los cambios de la atmósfera, sino por los cambios en las superficies oceánicas.
Para llevar a cabo el estudio lo que hicieron fue analizar las temperaturas del agua en los principales giros oceánicos. Es decir, en grandes corrientes oceánicas circulares que se encargan de llevar agua caliente hacia ambos polos y agua fría hacia el ecuador. Además, compararon observaciones satelitales que se realizaron entre 1982 y 2018 con la información sobre la expansión de los trópicos, desde 1979.