Entre montañas y a orillas del Lago di Garda, en el norte de Italia, se encuentra Riva del Garda, un pueblo que en diciembre parece sacado de un cuento. Sus calles empedradas, las casitas en tonos pastel y la torre Apponmale, que se alza 34 metros sobre la plaza 3 de Noviembre, se iluminan con miles de luces navideñas reflejadas sobre el agua.
Pero aquí la Navidad tiene un sabor distinto: en lugar de adornos o souvenirs, el mercadillo navideño está dedicado por completo a la gastronomía.
Un mercado donde la estrella es la mesa
Desde finales de noviembre, las plazas Garibaldi y Cesare Battisti se transforman en un pequeño paraíso gourmet bajo el nombre “De gusto a gusto”, el primer mercado navideño de Trentino dedicado exclusivamente a la comida local, el vino y los productos típicos.
En las casitas de madera no hay bolas para el árbol ni figuras de Papá Noel, sino embutidos, quesos, vinos y dulces tradicionales de la región. Los visitantes pueden probar el Trentigrana o el Vezzena, acompañar la polenta o los canederli con cervezas artesanales, y terminar con un strudel o unos frittelle de mele, los clásicos buñuelos de manzana. Todo, maridado con el célebre vino espumoso Trento DOC.
El ambiente se completa con música, juegos y espectáculos para toda la familia. Los más pequeños pueden divertirse con las tres mascotas del mercado —Lana la reno, Pom el oso y Forgetful el elfo— que recorren las calles entre luces, risas y el aroma de comida recién hecha.

La fortaleza de Papá Noel
Durante estas fechas, La Rocca, el castillo medieval que domina el lago y alberga el Museo MAG, se convierte en la Casa de Papá Noel. Quienes cruzan su puente de piedra son recibidos por el bullicio de los elfos, el olor a galletas recién horneadas y los talleres donde los niños pueden fabricar juguetes y decorar su propio recuerdo navideño.
Y cuando cae la noche, las luces se reflejan en el lago, los villancicos resuenan entre las murallas y Riva del Garda confirma su reputación como uno de los pueblos más mágicos de Italia: un rincón donde la Navidad se celebra con el paladar.


