Ella compite entre mis ciudades favoritas de Suiza con Berna. Sin duda una de las ciudades más lindas del Mundo, Lucerna no tiene desperdicio! Sinceramente, si pudiesen visitar solamente una ciudad en Suiza, la elegiría a ella sin lugar a dudas.
Me obnubiló con su belleza el momento en el que la pisé por primera vez. Con su arquitectura medieval, la vista a las montañas y el lago que la divide, para mí es la ciudad perfecta.
Llegué a Lucerna desde Neuchatel, con una combinación de tren, ya que no había un tramo directo; una hora y media de viaje con un cambio en Berna. Para llegar desde cualquier cuidad de Suiza lo mejor es el tren o si tienen un auto es mas económico todavía, ya que los valores de los trenes en suiza son bastante altos! Si venís de otro país, el aeropuerto más cercano es del Zurich y desde el mismo aeropuerto sale un tren hasta Lucerna.
Me encontré con unas amigas y decidimos reservar un City tour gratuito, al estilo Sandemans, en inglés ya que mis amigas son estadounidenses y el español se les complicaba un poquito.
Siempre recomiendo que hagan un city tour en las ciudades que visitan, no solo les brindan un panorama histórico y cultural en general, sino que también no se pierden de conocer los puntos turísticos más importantes.
Lo que más me impactó de esta ciudad es la fusión que tiene entre arquitectura y naturaleza. Un must para visitar es el monte Pilatus, en donde se pueden apreciar las increíbles vistas de la ciudad ofreciendo también una de las mejores montañas para esquiar; tengan en cuenta que la ida y vuelta desde lucerna con el funicular cuesta mínimo 50 dólares por adulto.
Dentro de la parte natural, también esta la montaña Rigi, conocida como `Queen of the mountains´ o Reina de las montañas. El valor para subir es mas accesible que para el Pilatus y también se puede esquiar. Las vistas son magníficas!
Si pasamos al centro de la ciudad, lo primero que van a ver y lo más lindo es el Kapellbrücke, el puente medieval que atraviesa el Rio Reuss, sin dudas EL lugar de Lucerna. Lo más admirable es que puente original, obviamente con reconstrucciones y remodelaciones pero la base es la original que data del 1300.
Otra muestra de arte maravilloso que tiene esta ciudad es el monumento al Leon herido, realizado por el artista danés Bertel Thorvaldsen entre el 1819 y 1821, sobre una pared rocosa para conmemorar la muerte en 1792 de unos 760 mercenarios de la Guardia Suiza durante la Revolución Frances cuando se defendían del asalto de los revolucionarios al Palacio de las Tullerias en Paris. Digno de admirar es una escultura imperdible.
Lo ultimo que visité, y lo mejor, fue la iglesia jesuita en el centro de la ciudad. Fue el primer templo barroco construido al norte de los alpes suizos. La iglesia fue consagrada en 1677, aunque el interior no estaba todavía realmente terminado. Tiene entrada gratuita, no se la pierdan!
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