En un espectáculo que dejó a los transeúntes boquiabiertos y a la policía en alerta, el intrépido escalador urbano Alain Robert, también conocido como el «Spiderman» francés, desafió la gravedad al ascender sin arnés ni cuerdas el imponente edificio G.T. International Tower en Manila, una señal de apoyo a las reivindicaciones filipinas sobre el Mar de China Meridional.
El francés de 61 años, que ha conquistado más de 150 estructuras en todo el mundo, desencadenó un caos controlado al atraer multitudes y paralizar el tráfico en el distrito financiero de la capital filipina. Su ascenso audaz y sin temor a las alturas fue un recordatorio de su persistente desafío a las normas convencionales y su compromiso con las causas geopolíticas.
A pesar de haber sido arrestado en numerosas ocasiones por sus hazañas, Robert, con sus manos envueltas en vendas y una determinación inquebrantable, escaló con gracia el G.T. International Tower, un hito que lo llevó directo a la custodia policial una vez completada su proeza.
Sin embargo, detrás de su gesto de valentía se oculta un mensaje cargado de significado. Robert expresó su solidaridad con las reivindicaciones territoriales de Filipinas en el Mar de China Meridional, una región marcada por disputas geopolíticas y tensiones crecientes entre diversas naciones.
Mientras Robert enfrenta las consecuencias legales de su última escalada, su acto de desafío y su compromiso con las causas que defiende permanecen como un testimonio de su espíritu indomable y su voluntad de desafiar los límites tanto físicos como políticos.