Reginald, un gran danés de más de un metro de altura, y Pearl, una diminuta chihuahua del tamaño de una manzana, protagonizaron un encuentro histórico organizado por el Guinness World Records. Con una diferencia de altura de 91 centímetros, estos dos extremos del mundo perruno se reunieron por primera vez en Idaho, donde vive Reginald.

El gran danés, que mide 1.007 metros (como un caballo pequeño), es el perro vivo más grande del mundo. Pearl, en cambio, apenas alcanza los 9.14 centímetros, lo que la convierte en la más pequeña.
Aunque sus familias temían que la diferencia de tamaño hiciera difícil la convivencia, el resultado fue completamente opuesto: ambos perros se mostraron curiosos, amigables y tranquilos al compartir tiempo juntos.

“Reggie es como Pearl, pero más grande”, comentó con ternura la dueña de la pequeña chihuahua. “Es tan dulce y amigable, fue una gran sorpresa ver cómo se llevaban”.
Reginald, por su parte, se mostró cauteloso al principio para no pisar a su nueva amiga, quien a veces “desaparecía” de su vista por su diminuto tamaño. Pero pronto, ambos encontraron la forma de compartir el espacio con cariño y respeto.
Una reunión insólita que demuestra que, sin importar el tamaño, la amistad entre perros no conoce límites.