El pueblo español de ‘pitufos’ que no ha tenido casos de Covid-19 ha prohibido a los turistas nadar en su conocido río, y los lugareños temen que pueda ayudar a propagar la infección.
Juzcar, cerca de Málaga, fue decorado como un truco publicitario para la película Los Pitufos en 2011, pero a los residentes les gustó tanto el aspecto que votaron para mantenerlo.
Solo hay 230 personas viviendo en la ciudad andaluza, pero después de la remodelación, el número de visitantes se disparó.
Más de 80.000 turistas viajan al pueblo cada año, a pesar de que la colaboración oficial con la franquicia de cine y televisión terminó hace años.
Los residentes de Júzcar han decidido mantener el estilo, pintando todo en el famoso tono azul.
Pero desde la pandemia del coronavirus, la aldea, que depende en gran medida del turismo, ha tenido que hacer algunos cambios.
Para dar la bienvenida a los turistas de nuevo de forma segura, el ayuntamiento de la ciudad ha introducido nuevas normas de salud y seguridad con la esperanza de proteger a la pequeña población del virus que hasta ahora han logrado mantener controlada.
Se han introducido reglas más estrictas sobre la natación y los paseos rápidos en el río, y las autoridades de la ciudad esperan fomentar el distanciamiento social.
El alcalde David Fernández Tirado anunció que las reglas entrarían en vigor y dijo que era importante «contener la progresión de la enfermedad y fortalecer el sistema de salud pública».
Agregó: «Estas nuevas medidas extraordinarias de carácter temporal deben mantenerse para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto sanitario, social y económico».
Con los calurosos meses de verano ya aquí, el alcalde impuso las nuevas reglas ya que no sería posible desinfectar el área de manera efectiva o restringir el número de piscinas.
Las actividades turísticas a lo largo del río Zúas han sido prohibidas ‘hasta nuevo aviso’, una decisión que ha generado críticas de varias empresas locales de deportes de aventura, según la publicación española Sur Round.
Las reuniones se limitarán a un máximo recomendado de 10, y en ningún caso se permitirá que más de 20 personas se reúnan en grupo.
Todas las reglas de distanciamiento social que se han vuelto normales están vigentes, y se insta a los visitantes a asegurarse de lavarse las manos y evitar tocar las superficies cuando sea posible.
