El Funky: del activismo musical en Cuba al riesgo de deportación en EE.UU.
El reconocido rapero cubano El Funky, cuyo nombre real es Eliexer Márquez Duany, se enfrenta actualmente a una posible deportación de Estados Unidos. El artista, conocido internacionalmente por su participación en la canción “Patria y Vida” —un himno de resistencia contra el régimen cubano que reunió a artistas como Yotuel Romero y los integrantes de Gente de Zona—, se encuentra en medio de una creciente tensión migratoria que afecta a decenas de compatriotas que han huido de la isla en busca de libertad y estabilidad.
Esta situación ha encendido las alarmas entre defensores de los derechos humanos, activistas y miembros de la comunidad cubana en el exilio, quienes denuncian que Estados Unidos ha comenzado a cambiar sus políticas tradicionalmente más receptivas hacia los disidentes cubanos.
Las raíces del problema: el giro en la política migratoria de EE.UU. con Cuba
Durante décadas, Estados Unidos fue considerado un refugio seguro para los cubanos que huían del régimen comunista. La histórica política de «pies secos, pies mojados», eliminada en 2017 por la administración Obama, permitía a los cubanos que llegaban a territorio estadounidense permanecer y solicitar la residencia legal bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Sin embargo, en los últimos años, esa apertura ha sufrido reveses. Las políticas migratorias restrictivas implementadas por diferentes administraciones, junto con el aumento de los flujos migratorios desde América Latina, han llevado a que incluso artistas y activistas sean objeto de deportaciones.
Análisis del caso El Funky
En una entrevista publicada por Popnuggets, El Funky compartió el estado incierto en el que se encuentra su situación legal. Tras llegar a Estados Unidos en 2021 con una visa humanitaria gracias a su rol como activista, el rapero teme que se le niegue su trámite de asilo. Esta incertidumbre significa que podría ser obligado a regresar a Cuba, donde se arriesga a sufrir represalias por su música opositora.
“Este país debe ser un refugio para los cubanos que arriesgan su vida por expresar lo que sienten”, expresó El Funky.
La canción «Patria y Vida»: más que música, una declaración política
La pieza musical “Patria y Vida” se convirtió en 2021 en el himno de las manifestaciones contra el gobierno cubano, obteniendo un Latin Grammy y generando un movimiento de apoyo global a los derechos humanos en la isla.
– Fue un acto de unidad entre artistas radicados dentro y fuera de Cuba.
– Denunció abiertamente las condiciones de represión y pobreza en el país.
– Fue prohibida por el gobierno cubano y sus intérpretes perseguidos.
El impacto de esta canción no fue solo mediático, también fue profundamente político. Y ahora, paradójicamente, algunos de sus protagonistas podrían ser obligados a volver al mismo país del cual huyeron por motivos de conciencia.
La respuesta de la comunidad cubana en el exilio
Ante los rumores de posibles deportaciones, tanto de El Funky como de otros activistas, artistas y ciudadanos cubanos, varias organizaciones y líderes de la diáspora han pedido al gobierno de Estados Unidos una revisión urgente de estos casos. Muchos consideran que este tipo de decisiones contradicen los valores democráticos del país y actúan en detrimento de los derechos humanos.
Organizaciones que han alzado la voz
Numerosos grupos pro derechos humanos y organizaciones en defensa de los inmigrantes —como ACLU y Amnistía Internacional— han pedido que se respete el espíritu de protección que históricamente ha caracterizado la política estadounidense hacia los disidentes cubanos.
Además, la comunidad cubanoamericana en ciudades como Miami ha empezado a organizar peticiones, movilizaciones y campañas mediáticas para que El Funky y otros activistas no sean deportados.
Contexto migratorio más amplio: aumento del éxodo cubano
El caso de El Funky es uno de muchos. En los últimos tiempos, Cuba ha experimentado uno de los mayores éxodos migratorios en décadas. Solo en el año fiscal 2022, más de 220.000 cubanos llegaron a Estados Unidos, la cifra más alta en más de 40 años, de acuerdo a datos del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Factores como la profunda crisis económica post-pandemia, la represión política y la falta de oportunidades han impulsado a miles de ciudadanos a arriesgar sus vidas para cruzar la frontera o llegar por mar a costas estadounidenses.
¿Cambio de paradigma?
La administración Biden ha intentado equilibrar la presión migratoria con reformas humanitarias, como el Programa de Parole Humanitario para nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Sin embargo, muchos no logran acceder a estos programas o enfrentan largos intervalos de espera que los dejan en situación de vulnerabilidad legal.
Deportar a artistas y activistas, según expertos, podría marcar un retroceso en la política exterior estadounidense con respecto a derechos humanos en Cuba.
El impacto cultural y humano de las deportaciones
De confirmarse deportaciones como la de El Funky, esto podría generar un efecto negativo que trasciende la política migratoria. Representaría también:
- Un mensaje desalentador para otros músicos y ciudadanos cubanos que luchan por la libertad de expresión.
- Una pérdida cultural para los espacios artísticos que se han enriquecido con la migración cubana.
- Una contradicción ideológica con la imagen de EE.UU. como defensor de los derechos humanos y la democracia.
Los artistas no solo hacen música, también cuentan realidades. Castigarlos por huir o por expresar su verdad puede significar censurar voces que aún buscan justicia.
¿Qué podemos esperar?
A medida que las tensiones migratorias entre Cuba y Estados Unidos
