Una sombra gigantesca volvió a aparecer en el mapa… y no es una película de terror. Se trata de Contender, el tiburón blanco más grande jamás registrado en el Atlántico, que ha resurgido recientemente cerca de Pamlico Sound, Carolina del Norte, un área muy visitada por turistas durante el verano.
Con 14 pies de largo (más de 4 metros) y un peso de 750 kilos, Contender fue etiquetado en enero por la organización científica OCEARCH, dedicada al estudio y conservación de animales marinos. Sin embargo, durante un mes entero se perdió todo rastro de él. Hasta que el 7 de junio volvió a emitir señales… y ha estado bastante activo desde entonces.
Su recorrido incluye zonas como la costa entre Florida y Georgia, e incluso fue detectado cerca del Centro Espacial Kennedy. ¿Turismo espacial, tal vez?
Según los científicos, este tiburón de unos 30 años está realizando su migración estacional, moviéndose hacia el norte en busca de mejores fuentes de alimento. De hecho, aseguran que estas zonas —como la de los Outer Banks en Carolina del Norte— están cargadas de presas y nutrientes clave para prepararse antes de recorrer hasta 1.600 kilómetros más hacia Canadá.

Contender lleva un dispositivo de rastreo satelital en su aleta dorsal que permite seguir sus movimientos en tiempo real. Y aunque es un ejemplar impresionante, no es el más grande del mundo: ese título lo ostenta una hembra conocida como Deep Blue, que mide más de 6 metros y pesa 2 toneladas.
Por ahora, Contender sigue navegando en aguas repletas de turistas, generando alerta pero también fascinación. Porque cuando un gigante así se deja ver, es imposible no prestarle atención.
