Dos navegantes pasaron de vivir la travesía soñada a protagonizar una tragedia que hoy es investigada por las autoridades. Deirdre “Cookie” Sibly, una experimentada marinera australiana de 67 años, fue hallada sin vida junto a su compañero francés Pascal Mahe en un yate que navegaba cerca de Madagascar, tras haber emitido una señal de socorro que alertó a los servicios de emergencia.
La dramática situación se conoció el jueves 28 de noviembre, cuando el pedido de ayuda indicó que la embarcación tenía problemas mientras recorría el Canal de Mozambique, una peligrosa ruta marítima que une Madagascar con la costa africana continental. Sin embargo, cuando los rescatistas lograron ubicar el barco, ambos tripulantes ya habían muerto.
Sibly y Pascal llevaban seis meses viajando juntos. Se habían conocido en la isla francesa de Reunión y desde junio habían decidido recorrer la costa africana rumbo a Durban, Sudáfrica, último destino del itinerario antes de que la australiana regresara a su país natal.
El yate quedó varios días a la deriva hasta que comenzaron las tareas para su recuperación. La nave, equipada con instrumentos de última generación, contaba incluso con una moderna brújula náutica, tal como se podía ver en imágenes compartidas por la propia Sibly en redes sociales.
La familia de la navegante, oriunda de Port Lincoln, Australia, aguarda respuestas oficiales. En diálogo con medios locales, manifestaron su temor de que ambos hayan sido víctimas de un posible ataque pirata, una hipótesis que se investiga debido a la inseguridad que afecta a la zona.
“Era una persona muy aventurera y amante de la naturaleza. Toda su vida giraba en torno al mar y los yates”, expresó con profundo dolor Sue Good, hermana de la víctima. “No sabemos qué pasó. ¿Cómo pudo ocurrir algo así a dos personas felices haciendo lo que amaban?”, se preguntó.
Good también recordó que su hermana llevaba más de 40 años navegando y conocía los riesgos del sector por el que transitaba: “El Canal de Mozambique no es un lugar seguro para navegar y ella lo sabía”.
En 2025, Mozambique fue incluido entre los países más peligrosos para viajar, ocupando el noveno puesto de un ranking internacional que evalúa niveles de inseguridad, con una calificación de 69,69 sobre 100.
Tras conocerse la tragedia, amigos y personas cercanas despidieron a Sibly con sentidos mensajes en redes sociales, recordándola como “una apasionada defensora del océano”, “una profesora acuática increíble” y “una marinera experimentada” que dedicó su vida a enseñar, viajar y disfrutar del mar.
Mientras continúan las pericias para determinar qué ocurrió en el yate, el caso sigue envuelto en misterio, con la incógnita de si un desperfecto técnico, una emergencia médica o un eventual hecho de violencia desencadenaron el fatal desenlace de quienes, hasta horas antes, estaban viviendo “la aventura de sus vidas”.
