El volcán Kilauea, uno de los más activos del planeta, volvió a entrar en erupción con un espectáculo natural impresionante: fuentes de lava que alcanzaron hasta 400 metros de altura, superando incluso la del Empire State Building de Nueva York.
El fenómeno, registrado el viernes por la mañana, marca el episodio número 35 del volcán desde diciembre pasado. Según los científicos del Observatorio de Volcanes de Hawái, todas estas erupciones forman parte de un mismo proceso eruptivo continuo, ya que el magma sigue desplazándose por el mismo conducto subterráneo hacia la superficie.
Las fuentes del respiradero sur del cráter del Kilauea iluminaron el cielo con un resplandor rojizo visible desde varios kilómetros de distancia. Residentes, turistas y espectadores en línea disfrutaron del impresionante “baile de fuego” que ha convertido al volcán en uno de los principales atractivos naturales de la isla.
El Kilauea, ubicado dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, ha sido protagonista de erupciones frecuentes a lo largo de los últimos años. Aunque las autoridades mantienen una estrecha vigilancia, no se han reportado daños significativos ni riesgos inmediatos para las comunidades cercanas.
La actividad del volcán, tanto temida como admirada, recuerda la poderosa fuerza de la naturaleza y la continua formación del archipiélago hawaiano a partir del fuego y la piedra.
